“¡¡¡LOA AL ESPÍRITU SANTO!!!”
¡Ven oh Santo
Espíritu! Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de
Tu Amor. Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la
tierra.
Esta
oración se reza al comenzar las charlas de formación cristiana que se
imparten en los Centros del Opus Dei. Son unas palabras que inspiran e
impulsan a amar a la Santísima Trinidad - al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo -, y a los
demás.
Hoy
me van a permitir una confidencia: ¡tengo grandes deseos de compartir
mi felicidad! Si a esto se le llama proselitismo, entonces: ¡deseo
hacer proselitismo! Deseo compartir la formación que recibo en el Opus Dei; la ayuda y protección que siento, a diario, de San
Josemaría Escrivá de
Balaguer. Deseo compartir la alegría que se tiene al saberse amado por
Padre Dios. Quiero compartir con Usted, y con todo el mundo, la
felicidad de
amar, de amar con pasión. Si pudiera, compartiría esta alegría con toda
la Humanidad. Porque estoy convencido de que la honestidad,
la felicidad y el amor crecen, se incrementan, en la medida que las compartimos con los
demás.
Sigo recibiendo
impulsos que dirigen mi mente, mi vida, y que no tengo la menor duda que son ayudas del Espíritu
Santo y de San Josemaría.
No
tengo
conocimientos suficientes para decir con las palabras justas lo que
quiero decir. Me cuesta explicar cuáles son mis verdaderos y más
profundos sentimientos. No sé verbalizarlos correctamente.
Sigo pidiendo
ayuda, que recibo a raudales, y que tengo que aprovechar tratando de ayudar. Lo pido con todo fervor y con amor.
¡Ven oh Santo
Espíritu! Síguenos ayudando - a unos escribiendo y a otros diciendo - lo que
debemos exponer con la mayor claridad, honestidad y sinceridad.
Si rezamos - los
creyentes - y si se hacen pequeños sacrificios - los no creyentes - seguro que escribiremos y diremos lo que
nos puede ayudar y lo que puede ayudar a los demás.
En el atardecer
de mi vida, lo veo cada momento con una gran intensidad y necesito compartirlo
con los demás.
La felicidad y
la santidad son patrimonio de la humanidad y se incrementa si la compartimos
con los demás. Creyentes o no,
¡Ven oh Santo
Espíritu! Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu
amor. Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra.
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