“¿CÓMO ELIMINAR LA CORRUPCIÓN?”
“¡Eliminar la corrupción es necesario para el progreso material
y espiritual, y para el progreso general de la nación!”
Con la corrupción, el mal progresa a la velocidad del número de
corruptos activos que, con sus sobornos y sus sobornados, arruinan la nación.
“¡El soborno es un pecado de lesa humanidad porque daña a
todos!”
No hay riqueza material y espiritual que resista a la corrupción
generalizada. La corrupción arruina a los pueblos y hunde a la nación.
“¡El corrupto es enemigo de sí mismo y de los demás!”
El corrupto vende su alma, su honor y su honestidad a cambio de
un beneficio, normalmente económico o material, para tener más dinero o poder.
Se olvida de que un día morirá, igual que todos, y ese día no podrá llevarse
nada material. Solo se llevará el mal que hizo por tener lo que menos valor
tiene: dinero y poder.
El dinero y el poder, si no sirven para ayudar al progreso
material y espiritual de la persona y de los pueblos, son una losa que pesa más
cada vez más. Y el mal progresa a toda velocidad.
“¡¡¡La felicidad es para compartirla con los demás!!!”
Quién no comparte su felicidad la pierde, porque la felicidad se
va reduciendo a la misma velocidad con la que no se reparte.
“¡¡¡La felicidad es compartir con los demás!!!”
“¡El dinero y el poder jamás han hecho ni harán la felicidad!”
Los poderes perversos, cuya meta es ganar dinero y poder, viven
amargados porque nunca sacian sus ansias de poder y dinero.
El poder y el dinero arrastran al mal. Quienes tienen el poder y
el dinero se convierten en responsables del daño que producen cuando no hacen
el bien a los demás.
El poder y el dinero no ciegan ni ocultan la responsabilidad del
mal que se haga, todo lo contrario: la aumentan en la proporción de lo que se
tiene y no ha sido compartido para ayudar.
Hay quien cree que acalla su conciencia con las migajas que pude
repartir. El gesto se vuelve noticia de la que algunos medios de comunicación
se hacen eco en la alabanza de lo que repartió o repartieron los poderes
perversos, mientras parecen olvidar que ellos son los grandes enemigos de la
sociedad, y que sólo repartieron migajas de poco valor; que, pudiendo resolver
problemas, apenas pusieron unos pocos parches a un cuerpo llagado, lo que no
significó nada para ellos.
La conciencia nunca se calla, pero sí se le puede adormecer con
las migajas.
Ya buscará la conciencia otra oportunidad.
¿Cómo eliminar la corrupción? Con los valores éticos, morales o religiosos,
en especial con la honestidad.
“¡¡¡En un sociedad en la que existe corrupción, si no se para
acabará con la nación!!!”
La corrupción es tan grave y hace tanto daño porque lesiona a
inocentes que reciben sus malignos efectos sin culpa ni razón.
¿Cómo eliminar la corrupción? Practicando el bien con honestidad
y santidad.
“¡¡¡La corrupción es un mal que nos afecta y daña a todos,
inocentes o no!!!”
¿Cómo
eliminar la corrupción? Con honestidad, amor, honor y lealtad, fortaleciendo el
bien y eliminando el mal.
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