miércoles, 31 de octubre de 2018

“¡TODOS TENEMOS LA POSIBILIDAD DE AYUDAR!”





“¡TODOS TENEMOS LA POSIBILIDAD DE AYUDAR!”


Todos tenemos la posibilidad de ayudar.
Todos debemos tener iniciativa y fomentar en nuestro ambiente el impulso de ayudar.
“¡Ayudar es una de las obras más importantes que podemos realizar!”
Hay miles de forma de ayudar: ayudar materialmente, ayudar físicamente, ayudar económicamente, ayudar espiritualmente, ayudar oyendo y escuchando, ayudar comprendiendo, ayudar a exponer y aclarar, ayudar a caminar, ayudar a enseñar compartir, ayudar, ayudar, ayudar …. por las oportunidades para ayudar no tienen límite.
Ayudar es la gran bondad y la caridad que podemos repartir a usted, al vecino, al amigo, al conocido… a toda la humanidad.
Todos tenemos necesidad y la posibilidad de ayudar en algo y a alguien.
Todos tenemos alguna posibilidad de ayudar, solo hay que buscarla con honestidad y lealtad, con amor y con fe creyendo en uno mismo y en los demás.
Hay que estar dispuesto a ser objeto de tomaduras de pelo. Siempre habrá alguien que quiera abusar de la buena voluntad, pero esto ya lo sabemos y no nos podemos rasgar las vestiduras por esa realidad.
El mal ataca y se manifiesta en multitud de formas y maneras tratando de anularnos y convencernos de que no tenemos que ayudar.
Hay que tener un convencimiento pleno de que siempre tenemos algo con lo que ayudar a quien lo necesita.
El consejo, el hecho, el dicho, el abrazo, el escuchar, el mirar y atender, el caminar juntos, que siempre sientan que son atendidos.
Todos tenemos la posibilidad de ayudar, solo necesitamos la fe, la honestidad y la humildad de cooperar, de ayudar.
“¡El alma se llena de alegría y esperanza cuando con honestidad, ayudamos a los demás!”
“¡La santidad, la honestidad y la alegría de vivir y de compartir exigen el que ayudemos al necesitado!”
“¡¡¡El ayudar no solo es una obra de caridad, es una obligación moral!!!”
¿Cómo convencer que todos tenemos, siempre, alguna oportunidad de ayudar?
Jamás dar la vuelta y no ayudar.
El no, no existe cuando queremos ayudar.
Siempre hay alguna oportunidad y ocasión de ayudar.
Despreciar la oportunidad de ayudar es un pecado, que será más o menos grave según lo que hayamos dejado de hacer.
“¡¡¡Siempre hay y siempre habrá alguien a quien podemos ayudar!!!”
“¡¡¡Jamás depreciemos o minusvaloremos y menos rechacemos la oportunidad que tengamos de poder ayudar!!!”
“¡¡¡Siempre hay y habrá una oportunidad para ayudar!!!”
Jamás despreciemos o nos despreocupemos cuando podemos ayudar.
“¡Ayudar ensancha el corazón, fortalece la fe y nos engrandece para llegar a ser felices y libres, capaces de vivir y morir en santidad!”
La santidad es la meta a alcanzar para no solo ayudar sino ayudarnos a caminar por el sendero maravilloso de la hermandad y del amor a los demás.
Todos tenemos la posibilidad de ayudar.
Jamás despreciemos o desaprovechemos las ocasiones de ayudar, y viviremos con la merecida plena felicidad, porque al ayudar repartimos la felicidad, que nos regresa a toda velocidad.
“¡Ayudar es repartir el cielo en la tierra con su ayuda, la mía y la de los demás!”
“¡¡¡JAMÁS DEJEMOS DE AYUDAR!!!” 

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