“¡A LA
MUERTE DE UN GRAN ARQUITECTO Y AMIGO: SALVADOR FÁBREGAS GIL!”
La vida va
sembrando el camino de tristezas y alegrías.
Hoy lo son de
tristezas.
Ha muerto un
gran arquitecto y un gran amigo: SALVADOR FÁBREGAS GIL.
Compartimos
alegrías, sueños y esperanzas, y ahora me esperas en la eternidad.
Tu grandeza
jamás será olvidada.
Nos has dejado
una Catedral de Canarias con todas las bellezas que el tiempo había oscurecido.
Siempre serás
recordado, por el legado que nos has dejado.
Tu legado es tanto y tan grandioso, que
jamás podrá ser olvidado.
Gracias
Salvadorito -como yo le llamaba- por tu amistad y lo mucho que compartimos, y
lo mucho que nos has dejado.
Moriste en Semana
Santa.
Jamás serás
olvidado.
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