“¡LOS SÍMBOLOS DE LA PATRIA!”
Los
símbolos representan a la Patria que vivimos. Y debe ser la Patria que amamos.
Quien no
respeta, considera y ama a los símbolos de la Patria, es un apátrida, es un
renegado, es un enemigo de esa Patria.
Los que no
aman a su Patria no son merecedores de haber nacido o haber sido acogido en
ella.
Los
símbolos de la Patria son: la Bandera, el Escudo, el Himno y la persona que la
representa.
Los
símbolos han sido creados por patriotas que aman a su País, y que deben de
tener todo nuestro reconocimiento y agradecimiento.
Abuchear
al himno nacional o quemar o ultrajar la bandera debería ser castigado por su
falta de lealtad y amor a la Patria, que es falta de lealtad y amor a todos los
que viven en la Patria, especialmente a nuestros mayores que la han construido
y nos la han dado, y a la memoria de quienes nos precedieron. A mí me ofende en
grado sumo.
No
respetar los símbolos nacionales demuestra ser una persona con rencor, odio,
envidia, desamor, y en especial: no tener valores en los que fundamentar su
vida, sino en lo que le dicen o quieren hacerle creer. Porque no seamos
ingenuos: también hay quien trata de destruir, de sembrar el odio y lograr la
descomposición del organismo social.
La vida se
desarrolla en una Patria.
La Patria
es el lugar donde nací yo, nacieron mis hijos y mis nietos. Y donde nacieron
nuestros padres y abuelos o donde les acogieron.
Quienes
ofenden a mi Patria, y a lo que la representa, me ofende de manera aterradora,
y le pido a Dios que amo y adoro, que les perdone su falta de amor, de lealtad
y de honestidad.
La
libertad se desarrolla en la Patria en que vivimos.
No
respetar los símbolos de la Patria es convertirse en aliado del mal, y ataca a
la libertad de todos, a la convivencia, a la paz ciudadana, al progreso. Es un
enemigo social.
Quien no
respeta los símbolos de la Patria denota su falta de educación en valores
morales, éticos o religiosos. Es un enemigo de la sociedad.
Los
símbolos de la Patria se crearon para tener hechos concretos y medios que nos
ayuden a significar, recordar y amar la realidad que representan. Los amamos por
ser símbolos de la Patria en la que hemos nacido, o nos han acogido, y son una
necesaria representación de la Patria que debemos amar.
Todos los
hombres nos intercambiamos recuerdos, fotografías, símbolos familiares, que nos
ayuden a tener gráficamente presente a las personas y entidades a las que
amamos. También ocurre con el amor a Dios, cuando vemos por ejemplo un
crucifijo, una imagen religiosa, o una iglesia. La Patria es parte de la
familia humana.
Debemos
amar y respetar los símbolos de la Patria, para poder vivir en libertad.
Quien no
ama y respeta los símbolos de su Patria no se merece haber nacido en la Patria
que le permitió nacer y crecer.
La madre
Patria está representada por símbolos que son signos claros y evidentes de la
representación de una Nación. Siempre los habrá. Y además hay un consenso común
mundial sobre qué elementos son símbolos adecuados de una Nación.
Una Nación
es Patria cuando amamos sus símbolos, los respetamos y nos sentimos unidos mediante
esos símbolos al resto de los conciudadanos.
No
respetar los símbolos es señal de no ser bien nacido.
Quién no
respeta y no ama los símbolos patrios debería marcharse del lugar donde nació o
fue acogido. Nada le retiene. Es libre de marcharse.
Los
símbolos de la Patria se crearon para ser respetados y amados.
Quien no
respeta y no ama a los símbolos es un enemigo nacional.
Los
símbolos son la representación de la Patria en que nací yo.
Los
símbolos son la representación de la soberanía nacional, y de nuestra
nacionalidad.
Los
símbolos de la Patria nos dan paz y libertad.
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