“¡TODOS LOS SERES HUMANOS SOMOS IGUALES!”

 

“¡TODOS LOS SERES HUMANOS SOMOS IGUALES!”  

Todos los seres humanos somos iguales ante Dios y ante los hombres.

Lo único que nos diferencia son los valores morales, éticos o religiosos.

La carencia o disminución de alguno de esos valores marca el comienzo de las diferencias.

La vida humana se desarrolla, progresa y aumenta en la medida que se tenga vivencia de esos valores, ejercitados y practicados, de forma honesta, leal, y por el amor, con la mayor intensidad posible.

¡El amor es la liaison, la unión de todos esos valores!”

Vivir sin valores es como andar a ciegas tropezando en todos los acontecimientos diarios, que nos van dejando vacíos. Un vacío que sólo lo llenará el regreso a una vida inspirada en esos valores.

Todos los seres humanos somos iguales en la vivencia y el desarrollo de los derechos y las obligaciones.

“¡Los deberes y los derechos son una consecuencia de la libertad!”

“¡La libertad es el don más precioso de la humanidad!”

La libertad nos hace los reyes de la creación.

Los seres humanos somos los únicos que gozamos de libertad.

Reitero: la libertad es la opción de elegir el bien o el mal.

Esa posibilidad de elección es patrimonio de la humanidad.

“¡Por la libertad todos somos iguales ante Dios y ante los hombres!”

“¡El gozo y disfrute de la libertad lleva aparejado la honestidad y la responsabilidad!”

La responsabilidad, una parte importante de la libertad, es la conciencia en valores, para saber elegir, en todos los momentos, lo que es bueno, o lo que es malo.

La elección define los valores que tenemos, es el leitmotiv de nuestros pensamientos, deseos, y actos.

“¡Todos los seres humanos somos iguales ante la ley humana y divina!”

Las desigualdades entre los seres humanos las hemos creados nosotros mismos.

De esas desigualdades se aprovechan los poderes perversos.

Reitero: los poderes perversos son aquellos cuya meta y fin es ganar dinero y poder. Y los hay de todos los tamaños.

Todos los seres humanos somos iguales, cuando vivimos de acuerdo con nuestros valores, y los desarrollamos a lo largo de la vida.

Todos los seres humanos somos iguales, si actuamos de acuerdo con nuestra conciencia, cargada de valores.

“¡Todos los seres humanos somos iguales, si amamos y adoramos a Dios con pasión, y si amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos!”

“¡La vivencia de la igualdad es una consecuencia de la libertad!”

“¡Sin libertad no hay igualdad!”

“¡¡¡Todos los seres humanos somos iguales!!!”