¿QUÉ PIDO CONSTANTEMENTE?
Ruego me permitan
personalizar y decirles lo que pido constantemente: “Danos y dame Padre Dios
humildad, fe, amor, sabiduría y santidad, para poder ayudar y ser ayudado”.
Supongo que los no
creyentes pedirán otras cosas, lógicamente. Lo cierto es que todos podemos y
debemos pedir.
Pedir puede ser una
necesidad. No atenderla, pudiendo hacerlo, es un pecado de lesa humanidad.
“¡Nadie está eximido
de ayudar y de ser ayudado!”
“¡La bondad es la
forma normal de ayudar oyendo y haciendo!”
Hacer oídos sordos a
las necesidades, sean personales o de los demás, es caminar por el sendero del
mal.
¿Qué pido
constantemente? Que Padre Dios me ilumine y me de los medios y las formas de
corresponder a las necesidades de los demás.
“¡La fe mueve no
montañas, mueve cordilleras!”
“¡El amor es la mejor
y mayor reconciliación!”
“¡La humildad es la
virtud de la santidad!”
“¡La sabiduría es una
necesidad!”
“¡La santidad es lo
ideal!”
Vivir sin fe, sin
amor, sin humildad, sin sabiduría, y sin santidad -que para ser santo no se
necesita ser creyente sino humano- es muy grave, porque afecta a la materia y
al espíritu.
Nuestra realidad y la
verdad van indicando lo que debemos pedir y hacer.
¿Qué pido
constantemente? Que el bien sea general y particular, y no deje de actuar,
y nosotros de corresponder.
¿Qué pido
constantemente? Que no me olvide que siempre somos necesitados, ustedes y yo,
como todo el mundo entero.
Hay necesidades,
materiales o espirituales por las que hay que estar rezando y pidiendo,
constantemente, que se solucionen por el bien suyo, mío y de los demás.
“¡Nadie está
exceptuado, por un extraño y misterioso capricho, de necesitar ser oído y
ayudado!”
Oír y hacer debe ser
lo normal.
¿Qué pido constantemente? Que la fe, el amor, la humildad, la
sabiduría y la santidad la vivamos de forma natural.