“RAZONES DE MI VIDA”
Las razones de
mi vida tienen mucho que ver con la educación recibida.
Me educaron espartanamente, y no me ha quedado trauma alguno, todo lo
contrario, me dieron un motor que ha movido y mueve mi vida y a los hechos que
realizo. Y todo con los valores morales, éticos y religiosos.
“¡El resumen de las razones de mi vida son: Padre Dios, la Patria, el
Rey, la familia, los amigos, la comunidad, el Planeta Tierra, sus
habitantes y por la Naturaleza y nuestro hábitat natural, la libertad y la eternidad!”
“¡Por todas esas razones estoy dispuesto a dar mi vida, si con ello
ayudo a los demás y cumplo con mi lealtad, honestidad, fidelidad, y amor!”
Las razones de mi vida me impulsan y me obligan a estar en continua
actividad tratando de ayudar, repartir el bien y desarrollar la libertad.
Todo lo que coarte y limite las razones de mi vida son impedimentos que
trato de eliminar con toda honestidad.
Una de mis grandes experiencias es el comportamiento de alguna persona
deshonesta que me han enseñado mucho de lo que es el mal en hechos por tener
como meta principal enriquecerse de dinero y de poder, y he aprendido lo
nefasto, negativo y el daño que causan a su familia, y en y a la sociedad.
Benditos y alabados sean los honestos y participativos que de ellos nace,
crece y se desarrolla el reino feliz del bien en la tierra y a la libertad,
siendo merecedores de alcanzar la eterna felicidad.
Las razones de mi vida siguen siendo el gran lei motiv de mi vida, que
me impulsan a tratar de ser un servidor de la comunidad, para servir a los
demás con todo el amor y la honestidad que soy capaz.
El servicio a los demás me enriquece poderosamente, me da fuerza e
ilusión a seguir luchando por el bien de los demás, e ilumina el camino que me
lleva a la búsqueda de la santidad.
Las razones de mi vida modelan y dirigen mi vida para el bien de los
demás, me desarrollan la libertad, y me ponen como meta la santidad.
He tratado y trato de que mi vida esté siempre desarrollada y
fundamentada en la búsqueda del bien de los demás, en la ayuda a los demás, y
todo ello me lleve por el camino de la libertad y de la santidad.
Benditos y alabados sean los honestos y participativos que dedican su
vida a la libertad y la ayuda a los demás, de ellas, de ellos nace y crece la
felicidad.
Las razones de mi vida me han movido, y me mueven, dan razón a mi
existencia, teniendo claro que siempre debo tratar de ayudar con honestidad y
santidad, para ayudara a conseguir la felicidad y la libertad.
“¡¡¡Quien ayude con honestidad y santidad será merecedor del gloria
terrenal y luego la feliz eternidad!!!”
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