“¡A LOS DIRIGENTES DE LAS RELIGIONES MONOTEÍSTAS!” “¡Y EN
ESTE MOMENTO!” “CORONAVIRUS”.
¿Cómo convencer
a los dirigentes de las Religiones monoteístas? Es lo que quisiera saber. Rezo
por esa intención.
Llevo
ya mucho tiempo intentando que las Religiones monoteístas se unan para rezar
juntas. Y sigo donde estaba.
Ahora
nos ha tocado vivir la pandemia del coronavirus. Esta triste y real gran
ocasión, que creo, ciegamente, nos pide que todos, juntos, recemos porque
desaparezca el azote que estamos teniendo.
No
pretendo dar clases, dar lecciones a nadie. Dios me libre.
Tengo
una fe ciega en la misericordia del Dios, al que todos adoramos. Por eso no
tengo ninguna duda de que, cuando todas las Religiones, que creemos en el mismo
Dios, se unan para pedirle a sus fieles que recen por un problema concreto,
como es el coronavirus, Dios nos concederá la solución, y el problema
desaparecerá.
¿Cómo
llegar a los dirigentes de las Religiones monoteístas? Rezo sin cesar para que
Dios nos ilumine a todos, y todos nos reunamos y acordemos rezar por este mismo
problema, y la humanidad sanará.
¡Si el
mundo viese a todas las Religiones monoteístas juntas y rezando por el mismo
problema! ¿Cuántas personas se convertirían? ¿Cuántas personas rezarían? ¿Qué
ejemplo daríamos al mundo de la hermandad convertida en realidad?
Padre
Dios: ¿Qué puedo y qué debo hacer? ¿Estoy equivocado? ¿Estoy pidiendo algo
injusto, algo incorrecto, algo malo, algo perverso, algo imaginario, algo
irrealizable, un disparate? ¿Qué estoy haciendo y pidiendo?
Creo,
ciegamente, que lo que propongo es bueno y necesario. No tengo la menor duda de
que Padre Dios nos oirá.
¿Estoy
ofendiendo a alguien? Dios me libre.
¿Qué
estoy haciendo y diciendo?
¿Es tan
difícil que las Religiones monoteístas se unan para que todos sus fieles
recemos por este problema?
Por
favor: ruego, con todo el corazón y mis más profundos deseos, que me ayuden.
Que me
digan si estoy equivocado y por qué.
Por
favor: AYÚDEME.
Necesito
su ayuda.
Mi fe y
mis creencias -en especial en estas circunstancias- son tan potentes e
insistentes que me impulsan, de manera notoria y constante, a pedir esa UNIÓN Y
ESA HERMANDAD, Y ESE EJEMPLO UNIVERSAL DE REZAR TODOS SIN DIFERENCIAS, SINO EN
UNA MARAVILLOSA HERMANDAD, PARA LA SOLUCIÓN DE ESTE GRAVE PROBLEMA QUE NOS
AFECTA A TODOS POR IGUAL.
Esto no
me deja parar.
Si no
lo digo, siento que estoy haciendo mal, que no estoy correspondiendo a mi
conciencia y deberes, porque ¡es tanta la claridad que tengo del bien que se
puede hacer a nivel universal!
Si no
lo hago me siento culpable.
Por
favor, AYÚDEME.
Gracias,
y que Dios, al que todos adoramos, le bendiga.
Luis C.
García-Correa y Gómez
e.mail:
lugarcorrea@yahoo.es
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