lunes, 25 de enero de 2021

“¡VEN OH SANTO ESPÍRITU Y LLENA NUESTROS CORAZONES!”

 



“¡VEN OH SANTO ESPÍRITU Y LLENA NUESTROS CORAZONES!” 

“¡Ven oh Santo Espíritu y llena nuestros corazones y sabremos amar más allá de lo humanamente entendido!”

¿Ha intentado pedir, con humildad, honestidad y amor, la ayuda del Santo Espíritu?

Si los humanos nos ayudamos, si somos humildes, honestos y amamos con pasión ¿qué no hará el Santo Espíritu por ayudarnos cuando se lo pedimos?

Comprendo que hay que tener fe. Sin fe y sin honestidad y humildad, amor y santidad, no creo – y digo no creo porque no soy Padre Dios para afirmar nada en su nombre – que seamos oídos.

Me he metido en un tema tan profundo y espiritual que no sé si sabré exponer lo que siento, creo y vivo. Espero que mis palabras se atengan a la verdad.

No bastan buenos deseos, se necesita un profundo amor a Padre Dios y un profundo amor a los demás. Se necesita una iluminación que ojalá Padre Dios me considere la persona capaz de hablar de este tema tan importante.

Con mis mejores deseos y con todo el amor de que soy capaz, ahí voy.

La vida se compone de materia y espíritu.

No somos pura materia, como tampoco puro espíritu. Somos un componente de los dos. Creo que esto nadie lo duda.

La materia la alimentamos con materia y el espíritu lo alimentamos de espíritu. Espero que esto tampoco lo dude nadie.

La materia sabemos que ha sido creada de materia. Y el espíritu ¿de qué ha sido creado? ¿por quién? Yo no tengo dudas que el espíritu ha sido creado por el Espíritu.

En la vida humana debe haber un orden y una autoridad para vivir con libertad. Lo contrario es corrupción (y demás males adjuntos y adyacentes).

En lo espiritual también hay un orden y una autoridad que es el Santo Espíritu o Espíritu Santo, como es comúnmente conocido.

Ese Espíritu Santo es el que llena los corazones de amor, honestidad, humildad, amor, felicidad y libertad, entre otros.

Si para vivir tenemos que comer materia, para que viva el espíritu tenemos que alimentar de espíritu.

Si usted quiere vivir una plena vida de santidad y felicidad tiene que alimentarse de espíritu.

Si quiere vivir una vida plena y con contenido tiene que alimentar el cuerpo y el espíritu.

¿Cómo alimenta usted su espíritu? Yo lo hago rezando e implorando la ayuda del Espíritu Santo. Que siempre me alimenta y me hace crecer en las virtudes y me permite caminar por el maravilloso sendero de la santidad. ¿Conoce usted otra forma?

Por eso he tratado este tema: por saber su opinión que nos enriquecerá a todos.

Ven oh Santo Espíritu y llena nuestros corazones, porque Tú solo lo puedes.

¿Puede usted llenar el espíritu de otra manera?

Por favor. Como verá le necesito, y por eso he escrito este artículo.

Si estoy equivocado, usted me lo dirá.

Gracias por tanto y de tanto valor, AMOR Y AMISTAD.

Aquí dejo este tema, en espera de recibir la ayuda que tanto necesito y agradezco profundamente.


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