“¡EL DÍA DEL AMIGO!”
El día del amigo debería
ser a diario.
En la Argentina lo
celebran el 21 de julio, y hoy nos queremos sumar, de manera especial, a esa
vivencia maravillosa que los humanos podemos tener: la amistad, el amigo.
“Quien tiene un amigo
tiene un tesoro” ¡Qué realidad más evidente y maravillosa!
Tengo la suerte de ser
testigo del valor, de la ayuda y del cariño de un amigo.
Les cuento: “En mi
familia vivíamos unos momentos de estrecheces económicas y un amigo vino a mi
casa a ofrecernos el dinero que necesitásemos y sin condiciones”.
Es un hecho real, que
hoy, como siempre, queremos recordar, y que me siento impulsado a comunicar,
como ejemplo de lo que puede hacer un amigo y como la dicha familiar y personal
que proporciona. Y eterno agradecimiento que es la consecuencia de la
generosidad.
Este amigo ha sido un
hombre de bien, con unos valores éticos-religiosos y –ya se concluye- que los
vivió plenamente.
Quizá vivamos un
momento histórico donde el amigo cobra especial notoriedad y se nota más la
necesidad de gente así.
De una pequeña
simpatía mutua, puede surgir un diálogo que, al hacerse más profundo, va
encontrando puntos de vista e intereses comunes que van fortaleciendo ese
trato.
Y hoy lo siento y
palpo en las Redes Sociales.
Hablar, comentar,
sincerarse con un amigo llena el alma de paz, de alegría y fortalece la amistad
y uno queda reconfortado.
La amistad es
compartir. Es una de las grandes manifestaciones del cariño. Y siempre con el
mismo fin: ayudarse.
La felicidad es
compartir, y se eleva cuando algo se comparte con el amigo.
Por todo esto tan
valioso, hoy quisiera conmemorar y festejar, de forma más notoria y destacada,
lo que es un amigo y la realidad de la amistad.
Los humanos somos
buenos por naturaleza, y una de esas manifestaciones es querer y ser querido
por el amigo.
La amistad hay que
fomentarla, para así conservarla.
Seamos amigos de
nuestros amigos, y con algo tan sencillo como escuchar, y lo demás vendrá por
añadidura.
El bien engendra al
bien, y la amistad al amigo.
La amistad es el bien
convertido en comunicación y participación.
La dicha y felicidad
se reparten con la amistad, y no hay problema insoluble que resista a la
amistad, a la dicha de querer y ser querido como amigo.
Que la amistad brille
y la vivamos porque la compartimos con todo el corazón y con toda el alma, y,
como consecuencia, la felicidad con la alegría serán las vivencias de cada día.
Quiero a mi amigo,
nuestro amigo nos quiere. Y hoy lo festejamos de manera especial como homenaje
a la grandiosidad de esa dicha invalorable y real de tener
y ser amigo.
Que Padre Dios nos
bendiga con Su Amistad, y los no creyentes nos queramos como amigos, y todos
gocemos de la plena felicidad de ser y de tenerlo, porque participamos de las
dichas y tristezas a quienes podemos ayudar.
“Quien tiene un amigo tiene un tesoro”, si nosotros lo somos.
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