Hoy es un día doblemente feliz y esperanzador.
Mi nieto Juan Guillermo me informó que una compañera de curso (2º de bachiller) lee estos artículos.
Mis metas son, especialmente, los jóvenes. Ya les contaré el por qué para no prolongar este preámbulo.
La otra razón son ustedes, quienes nos corresponde actuar y crear el mundo mejor que nos espera. Gracias por leerme y participar. Que Padre Dios les bendiga, les de la paz, la prosperidad, especialmente la libertad por la participación. Les quiere con toda el alma. Luis.
“MIS PRIMEROS SEIS MESES”
Hoy, cuatro de noviembre del año de Nuestro Señor Jesucristo de 2012, se cumplen los primeros seis meses de mi primera publicación, de mi primera inquietud y obligación, en este Blog.
Mi asombro es insuperable y agradecimientos eterno.
Desde lo más hondo de mi corazón y de mi alma: gracias por el apoyo real, moral y efectivo que me han dado, y están dando. Ello ha fortalecido mi inquietud y mi responsabilidad.
Decir que “les quiero apasionadamente”, ya no me satisface. Mi cariño como mi agradecimiento está más allá de mis propias posibilidades, de cualquier especulación que podría haber hecho sobre el eco o interés que podía haber despertado.
¿Cómo es posible que, al día de hoy, hayan sido vistas 4.497 páginas en tan sólo 6 meses?
¿Cómo es posible que, con sus comentarios, hayan participado tal cantidad de personas, con nombres y apellidos, enriqueciendo, considerablemente, al blog, y siguen haciéndolo?
¿Cómo es posible que habitantes de 33 países (por fecha de entrada: España, Estados Unidos, Argentina, Alemania, Rusia, Reino Unido, Italia, Venezuela, Andorra, República Dominicana, Colombia, Letonia, Francia, Chile, Ecuador, México, Perú, Guatemala, Canadá, Panamá, Cuba (por email), Puerto Rico, Croacia, El Salvador, Ucrania, Bolivia, Polonia, Honduras, Indonesia, Argelia, Nicaragua, Costa Rica y Uruguay) estén visitando, leyendo, aportando, y enriqueciendo mis escritos-inquietudes-obligaciones, lo que espero nos haya beneficiado considerablemente a todos? A mí, desde luego muchísimo.
Me van a permitir, - los no creyentes - , que haga una afirmación de orden espiritual-religiosa: “no tengo la menor duda que Padre Dios me ayuda en el contenido de los temas que trato”.
Tengo muchos defectos, muchas ilusiones, muchas inquietudes, y les quiero con toda el alma, y con lo que tengo de bueno y con lo que me despisto de malo; sabiendo que y todo ello no puede dar el resultado de ese número tan elevado de de tantas visitas y países que me honran con su atención si no es por algo superior a mis conocimientos, lo que me hace aceptar la responsabilidad que ello implica, y, desear que el reconociendo de mis limitaciones, me lleve a solicitar siempre la ayuda de ustedes.
Hay algo más allá del poder humano, más allá de mi mente y de mi corazón -no tengo la menor duda que es la ayuda de Padre Dios - que atiende a mis suplicas, y a Jesucristo que cumple con lo que prometió: “pedid y recibiréis”.
Tengo también la inestimable ayuda de amigos y compañeros que me asesoran, corrigen y enmiendan los errores que pueda cometer.
A Él, a Padre Dios, le rindo adoración, rezo y le pido me siga ayudando, para poder seguir informando e intentando ayudar, que son razones de mi vida. Al igual agradecer la inestimable cooperación de mis amigos y compañeros.
Creo en lo que dice y obliga nuestro primer Mandamiento: “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a mí mismo”.
Sin ustedes yo no soy nada. Lo que soy se lo debo a ustedes, porque lo que digo es para ustedes y son ustedes los que lo están considerando.
Mi eterno agradecimiento por las visitas y aportaciones. Nos enriquecen a todos, lo necesitamos para que una honesta mayoría imponga sus normas de conducta, y el mundo sea lo que tiene que ser: un paraíso, y la vida sea libre y feliz.
Me despido dándoles lo que tengo de más valor: que Padre Dios les bendiga, como también lo hago yo.
Reciban un fortísimo abrazo, eternas gracias y en la espera de seguir informando y siendo apoyado y comentado, para poder seguir siéndoles de ayuda., les quiero con toda el alma. Luis.
D.Luis esperó que me perdone. Usted se equivoca. Somos nosotros los lectores de sus artículos los que debemos agradecer que dedique su tiempo a transmitir esperanza. A muchos como sus nietos y amigos de ellos, donde incluyo a mis hijos, tienen toda una vida por delante. En los últimos años se perdieron muchos valores en el camino. Un millón de gracias porque sus artículos quizás hagan que recuperemos alguno y eso será un triunfo para usted y para nosotros. Un abrazo. José Manuel Cabrera
ResponderEliminarQue Dios te oiga José Manuel por tanto cariño.
EliminarTú, yo y algunos más (aún no tenemos la mayoría necesaria) seguiremos trabajando por ese mundo mejor que nos merecemos y tenemos que construir.
Los jóvenes son vitales en este proceso, sin ello nuestro trabajo se quedará en deseos pero no en hechos.
Reitero las gracias por tus maravillosas palabras que me dan una gran alegría y una gran esperanza.
Que Padre Dios les bendiga y recibe también mis bendiciones para ti y los tuyos. Tu amigo Luis.
Comparto la opinión de José Manuel...Erase una vez un guía llamado Moises. Ese Moises hoy en día pueden ser personas como usted que nos muestren por donde ir. Gracias por sus escritos y su tiempo compartido con nosotros,Saludos.
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