“¡¡¡LOS AMIGOS-HERMANOS QUE YO QUISIERA!!!”
Los amigos-hermanos
que yo quisiera son los que une EL AMOR Y LA AMISTAD, más allá de cualquier
diferencia personal, social, económica, lengua, raza, religión o educación.
La única diferencia
que nos pudiese separar es no tener ni creer en valores morales, éticos o
religiosos.
“¡Un fundamento de
nuestra espiritualidad es ayudar a los demás!” Y para eso no hay que
estar afiliado a nada.
Nuestra unión es
espiritual. Y nos comunicaremos cada vez que queramos. Pero sin ataduras
materiales: solo las ataduras del AMOR Y LA AMISTAD.
Por ello, la ayuda que
prestemos debería ser lo más anónima posible.
Que la ayuda sea, siempre,
de persona a persona.
Que seamos sensibles a
los problemas de los demás, como también, lógicamente, a nuestros propios
problemas, que deberían ser los problemas de todos.
“¡¡¡Llevar, vivir y
compartir el AMOR Y LA AMISTAD en la realidad!!!”
Que solo el mal sea
nuestro enemigo fatal.
Que los creyentes
recemos mucho.
Y que los no creyentes
hagan muchos pequeños sacrificios.
El rezo y el
sacrificio son los hechos que más nos fortalecen, y nos ayudarán a resolver
nuestros problemas y los de los demás.
“¡Basar, siempre,
nuestras acciones en el rezo y en los pequeños sacrificios!”
“¡Antes de tomar
alguna decisión: un rezo o un pequeño sacrificio!”
“¡Tenemos que
fortalecer nuestra mente y nuestro corazón con el sacrificio y el rezo!”
“¡Tendríamos que estar
siempre atentos a tratar de ayudar!”
Que al acostarnos, y
al hacer el examen de conciencia, nos preguntemos si hemos tratado de hacer lo
que debíamos haber hecho.
Errores cometeremos
siempre.
“¡Lo que tiene valor
personal y social es el arrepentimiento y el deseo de no volver a caer en el
mismo error. Y estar siempre dispuesto a perdonar!”
La vida nos ofrece
cantidades ingentes de posibilidades de ayudar. No tendríamos que pasarnos la
vida buscando en qué ayudar: No. Basta tener los oídos atentos a los problemas
de los demás.
“¡Si actuásemos de esa
manera el progreso personal y social sería exponencial!”
“¡Si repartimos y
damos el bien, recogeremos el bien y lo recibiremos en cantidad!”
Todo esto y mucho más
ya lo ha expuesto, en los creyentes, Padre Dios en la persona de Su Hijo
Jesucristo Dios, con la ayuda del Espíritu Santo Dios.
Lo mismo con otras
religiones y creencias que sus fieles actúan con santidad.
Nuestra actitud y
comportamiento no excluye nuestras creencias religiosas. Todo lo contrario: nuestras
creencias religiosas deberían, si fuera posible, reforzarse. A quien
no las tiene debe buscar para encontrar un medio personal de sentirse mejor con
uno mismo y con los demás.
“¡¡¡Todo se basaría en
tratar de vivir: oyendo los problemas de los demás, y tratar de ayudar!!!”
“¡Que la ayuda
personal sea honesta, sincera y verdadera!”
Nunca engañarnos a
nosotros mismos. Nunca buscar una razón para tratar de justificar de no haber
hecho habiendo podido.
La sinceridad, la
honestidad y la lealtad son virtudes que hay que fomentar con el rezo y los
pequeños sacrificios.
¿Cómo expresar mi
agradecimiento a todas y todos los que lean este escrito y deseo? Rezaré por
usted.
Rezar es el arma y el
mayor poder que tengo.
Le espero. Le
necesitamos.
Su ayuda nos ayudará a
todos, empezando por usted mismo.
Gracias por haber
leído este escrito.
Soy y seré su
servidor, y con ello me ayudará a mejorarme, a fortalecer mis creencias, y
darme la oportunidad de ser honesto conmigo mismo y con los demás.
En este momento, su
mejor ayuda es decidir que lo pensará.
Gracias y que Padre
Dios le bendiga hoy y siempre: haga lo que haga, decida lo que
decida. Su libertad es sagrada.
Usted es mi
amigo-hermano, y lo será siempre decida lo que decida con honestidad, lealtad y
AMOR Y AMISTAD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.