“¡EL QUE MÁS CONTAMINA, MÁS SE ANIQUILA!”
Es asombroso el grado de inconsciencia, y daño al que se está llegando, con los efectos del cambio climático, por la contaminación y destrucción del hábitat natural, por la destrucción de la imprescindible Naturaleza.
¿Quién no sabe que a mayor contaminación mayor destrucción?
El grado de conocimiento –no de conciencia– que tiene la
humanidad gracias a la sociedad de la información y gracias a la globalización,
por ejemplo sobre las consecuencias del cambio climático, es inigualable
comparado con épocas recientes anteriores.
Los niños nos hablan y comentan -como nunca antes- lo que es
la contaminación y la destrucción del medio natural. Lo aprenden en la escuela,
en los amigos, en las familias, en la calle.
¿Quién no habla, sabe, y comenta, la necesaria habitabilidad
natural en el Planeta Tierra, para poder llevar una vida natural?
¿Existe alguien que desconozca los espantosos efectos
negativos de la contaminación y destrucción de la Naturaleza?
Entonces ¿por qué se contamina y se destruye como nunca?
¿Qué poder perverso o poderes perversos están influyendo en
el consciente y subconsciente del ser humano (escribo en minúscula ser, porque
este ser no lo entiendo) de tal forma que haya una mayoría de pasotas,
individualista y conformistas que está arrasando el Planeta Tierra por acción o
por omisión?
¡Por más que lo pienso, medito, y trato de ponerme en el
lugar del destructor, quiero ser consecuente con mi comportamiento y creencias
habitatistas, y no entiendo el rápido y devastador comportamiento de los seres humanos!
No me cansaré de repetir lo que todos sabemos: "La
Naturaleza es el medio natural de los seres viviente en el Planeta Azul, la
Tierra.
La contaminación y destrucción del medio ambiente conduce a
la destrucción y aniquilación de los seres vivientes, estando nosotros
incluidos, los Seres Humanos.
"¡La educación de los padres, la cultura intelectual y
heredada, son los cimientos de la felicidad y de una sociedad en libertad!”
Hemos nacido para la felicidad y la libertad. Y la felicidad
y la libertad están en compartir.
¡Sí, lo dicho es verdad!
¿Por qué contaminamos y destruimos, aniquilándonos,
suicidándonos, queriendo seguir viviendo al mismo tiempo?
¡Por favor! Si hay alguien que sepa la contestación le
ruego, de la forma más efusiva y agradecida, que me lo diga. Que nos lo diga.
Gracias y un fortísimo abrazo.
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