“MI CONCEPTO DE LA AUTORIDAD”
La autoridad es una de las mayores responsabilidades y
honores que puede tener un ser humano viviente.
La autoridad emana de la capacidad y honestidad de una
persona que está situada en una posición natural respetada por los demás.
La lealtad, la honestidad, y el respeto a la libertad y a
los demás son cimientos firmes de la autoridad, sin ellos no hay autoridad sino
autoritarismo.
A toda persona se le tiene que respetar el principio de
“inocencia”. Todo el mundo es inocente, es bueno, mientras no se pruebe lo
contrario.
Actuar con autoridad y condenar con sanciones sin antes
haber aplicado ese principio de “la inocencia”, es una forma de actuar
dictatorial.
Sancionar como norma, por todo, es una demostración de ser
un maleducado, deshonesto y abusador de la autoridad.
Por supuesto es condición sine qua non que haya un pueblo
honesto y educado, de donde emana la autoridad.
Recuerdo que cuando fui a Inglaterra a estudiar me
maravillaba ver a los policías avisándoles a los conductores que estaban
cometiendo un error. Eso era en los años 50 del siglo pasado. También recuerdo
que no llevaban pistolas para no tener la tentación de disparar. Un policía
inglés, era un señor sumamente considerado, admirado y protegido por la propia
ciudadanía. Yo viví allí un caso alucinante, que algún día explicaré, por ser
un tema largo de explicar.
Tener autoridad es ser reconocido –por lo que es y por lo
que hace - como una persona honesta y leal que trata de hacer las cosas
con honestidad y lealtad.
“¡¡¡Regla de
diamante de la autoridad: Honestidad y lealtad consigo mismo y honestidad y
lealtad al pueblo al que sirve!!!”
Y ese pueblo es, por supuesto, un pueblo honesto y leal
consigo mismo y con los demás si es participativo.
“¡Tener autoridad, y ejercerla con honestidad y lealtad, en
la comunidad, es una de las vivencias más reconfortantes e ilusionantes, y que
tanto mejora al que la debe ejercer o practicar!”
La autoridad se creó para servir y ayudar, no para
sancionar. Aunque haya quien se merezca ser sancionado, y deba ser
efectivamente sancionado porque falta a los deberes de un buen ciudadano,
honrado, honesto y educado.
“¡La autoridad se ejerce por delegación del propio pueblo!”
Nadie tiene autoridad por sí mismo, eso es una dictadura.
“¡El amor, la honestidad y el ayudar son sinónimos de
autoridad!”
El abuso de la autoridad ilegitima la autoridad. Deja de ser
autoridad.
Benditos y alabados sean las honestas y leales autoridades.
Con ellas nace y crece la libertad de la población y la felicidad.
“¡La libertad es compartir la honesta unión con la
autoridad!”
“¡Todos somos y tenemos autoridad!” Ejercerla y vivirla es
una obligación ineludible para poder vivir en libertad.
Uno de los grandes fundamentos de la libertad es la
educación y la honradez personal, la honestidad. De ese pueblo educado emana y
crece la autoridad.
Para ejercer y practicar la autoridad se tiene que ser muy
honesto y educado, teniendo sumo respeto y consideración a quien se aplica la
autoridad.
“¡La autoridad es recíproca porque necesita que sea
aceptada, consentida. Va del que ejerce la autoridad al que la recibe, y del
que la recibe a quien ejerce la autoridad!”
Benditos y alabados sean los pueblos unidos, honestos y
educados que respetan las reglas de urbanidad y de responsabilidad social,
y aquellas autoridades que la ejercen
con educación, honestidad, y lealtad.
“¡¡¡Tener autoridad es ser un ser privilegiado en la
sociedad!!!”
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