“¡¡¡LA CARIDAD!!!”

 

“¡¡¡LA CARIDAD!!!”

La vida es el único tiempo para merecer, tanto ante Padre Dios como ante los hombres. ¿Y cuánto nos queda? “Si amamos a los que os aman, ¿qué mérito tendremos?”

La caridad no tiene límite ni en cantidad, ni en calidad, y tampoco hay límite acerca de quienes debe ser aplicada.

“Electi mei non laborabunt frustra”, “mis elegidos nunca trabajarán en vano”. Todo acto bueno tiene compensación. Por eso hay que aprovechar la vida. Nuestro tiempo y nuestras buenas obras son nuestras inversiones, que serán bien pagadas, incluso con intereses.

Tenemos a  la Virgen María Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra (hoy celebramos LA INMACULADA CONCEPCIÓN.  PATRONA DE ESPAÑA), quien por su  libertad, participó, como nadie, con tanta plenitud y caridad, de los méritos de su Hijo Jesucristo, nuestro Dios y Señor. Y al estar libre de pecado su libertad era mayor y su mérito también mayor, por ser el principio radical de todo mérito la libertad. Y los méritos de sus sacrificios fueron inconmensurables, por el amor y caridad con que los hizo.

“¡Lo importante y meritorio en la vida es la perfección del amor!”  
Dice Santo Tomás de Aquino: “si la caridad fuera tan completa que suprimiese en absoluto la dificultad, sus actos serían entonces aún más meritorios.” Y así fue la caridad de Nuestra Señora la Virgen María.

Todas nuestras obras pueden ser de gran mérito, convirtiendo la vida en un tiempo de merecimiento.

Dios y los hombres esperamos vivir la caridad  de modo muy particular con las personas más cercanas,  con los que tenemos las mismas creencias “Ved cómo se aman, dicen, dispuestos a morir  los unos por los otros” (…), y en especial por los no creyentes.

Si nos duelen las necesidades de los creyentes, al igual debemos sentir una caridad vigilante con nuestra familia, amigos y comunidad, sean o no creyentes. Debemos estar vigilantes en la caridad por todos y para todos, en especial con los que tenemos un deber más grande de estarlo.

“¡La caridad vigilante debe ser fortaleza para todos!” 

 “Frater qui adjuvatur a fratre quasi civitas firma”. “El hermano ayudado por su hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada”