“LA COBARDÍA DE UN PUEBLO”
La cobardía de un pueblo es la suma de los cobardes de cada
día.
La cobardía es la
falta de ánimo, la falta de valor y la falta de corazón.
La cobardía es la
falta de valor ante las situaciones de cierto riesgo.
La cobardía deshace la
unión familiar, de amigos y de todo un pueblo.
“¡La cobardía es no
defender los derechos de cada día!”
"¡El cobarde no
nace, se hace!"
Cuando un pueblo se
acobarda está sometido y esclavizado a quien tiene el poder de la autoridad.
La cobardía no se
hereda, pero se contagia cuando hay vectores y receptores capaces de
inocularla.
La cobardía no se
hereda, pero no se contagia cuando hay anticuerpos del honor, de la honestidad,
de la lealtad y de la valentía.
“¡El temor
incontrolado es el gran vector de la cobardía!”
“¡La valentía es el
comportamiento de la persona honesta consigo mismo y con los demás!”
“¡La valentía es
consecuencia de los valores morales, éticos o religiosos!”
“¡La valentía se
hereda, con el ejemplo y las enseñanzas de quienes nos educaron!”
La cobardía de un pueblo lo arrastra y lo
somete a quién está por encima.
Quien admite al poder opresor es cómplice y
cooperador, aparte de demostrar su cobardía.
Siempre hay
oportunidades de demostrar la cobardía, como la valentía.
“¡La cobardía de un
pueblo crea la dictadura!”
La libertad se tiene,
no porque nos la dan, sino porque nos la merecemos y la conquistamos, por
nuestra valentía, que no admite la sumisión ni la esclavitud.
“¡No podemos ser
sumisos, sino rebeldes ante la injusticia y la corrupción!”
Respeto, honor y loor
a los pueblos valientes que luchan por su honor y su libertad por encima del
opresor.
El opresor suele ser
una persona inteligente que se aprovecha de la cobardía de su pueblo y del
control de la fuerza pública y los medios de comunicación e influencia social,
para imponer su voluntad.
Las armas deben ser
las garantes de la libertad plasmada en el pacto social que es toda
constitución o marco legal fundamental.
Las armas no son para
imponer, sino para que se respete y acate el orden constitucional.
Hay quien disculpa al
pueblo cobarde diciendo que está dormido, que está atento, pero que no se
atreve, no quiere arriesgar su comodidad o su pequeña vida, y hay hasta quien
alaba al cobarde por proteger lo que es incapaz de defender.
“¡La cobardía de un
pueblo no es un sueño, sino el miedo a enfrentarse con su realidad!”
La valentía y la justa
rebeldía se desarrollan cuando hay falta de libertad.
La libertad es un don
y un bien que merecen los pueblos que la han conquistado.
La libertad no se
improvisa, es una consecuencia de la voluntad y del actuar de un pueblo que ha
luchado, y sigue luchando, por ella. Cada generación la gana o la pierde.
La libertad no se
improvisa, sino que se consigue con la valentía.
La cobardía de un pueblo
se manifiesta cuando el poder constituido es un dictador, que es capaz de
imponer su voluntad, poder y autoridad, a un pueblo que la acata sin rechistar.
La cobardía de un
pueblo es la permisión de la actuación del mal en la realidad.
La cobardía de un
pueblo lo arrastra a la cloaca donde nunca debiera estar, pero que quizás llega
a merecer.
La cobardía de un
pueblo puede arrastrar hasta toda una generación.
“¡La cobardía de un
pueblo es ya un tremendo mal en la realidad social, porque permite la expansión
del mal!”
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