“¡EN QUÉ PAÍS VIVO!”
Vivo en un país en el que existe plena armonía, plena
libertad, y un grado alto de educación en valores morales, éticos y religiosos.
La abundancia es lo normal. Nos sobra de todo.
Somos la envidia del mundo civilizado.
El pueblo, y no digamos las autoridades, son
tremendamente educados y solidarios.
Las autoridades son auténticos servidores de los
demás.
El amor, el respeto y la consideración brillan por
doquier en grado superlativo.
“¡Todas/os para una/o, y una/o para todas/os!”
No hay desigualdades sociales.
Los vecinos se ayudan, se respetan, el problema de uno
se convierte en el problema de todos. TODOS A UNA.
Todo porque los vecinos son los mejores y más cercanos
amigos.
El saludo, el interés por el resto de la familia
manifestado en preguntas cariñosas, es lo normal de cada día, y de cada noche.
"¿Cómo está el resto de la familia? No se olvide
que aquí me tiene."
"¿Se le solucionó el problema? No se olvide que,
para eso, aquí estamos."
La mayoría de las veces, el interpelado responde:
"Gracias por su inestimable y necearía ayuda. Muchísimas gracias, y que
Padre Dios les siga bendiciendo, como a toda su familia."
"Por cierto don Fulanito, ¿sabe de alguien que le
pueda informar a nuestro vecino del problema que le aqueja?" "Por
supuesto, y si no puedo, buscaremos entre todos, y solucionaremos el
problema." "¡Usted, como siempre, tan servicial! Por eso Dios le
protege tanto. Un fuerte abrazo y saludos para todos los suyos."
El tráfico de vehículos está reducido al mínimo, para
no contaminar.
Se usa el transporte público, para cooperar al bien de
los demás.
"¡Buenas noches, buenos días, vecina, vecino! Que
tenga un buen día. Que tenga un buen descanso. Recuerdos a todos los
suyos."
Y no digamos del comportamiento de los niños y
jóvenes.
La educación es lo normal. Quizá en algunas/os es
excesiva.
Los hombres les dejan la acera a las mujeres y a las
personas mayores. El hombre siempre por fuera.
Todo el mundo se saluda con una sonrisa en los labios.
Se conozcan o no.
Apenas hay contaminación. Por la noche se pueden ver
las estrellas.
Somos la envidia de todo el mundo, y con razón.
Tenemos unos gobernantes que, en el Parlamento, se
saludan con la sonrisa en los labios. Y no digamos con el contrincante. Jamás
se insultan. Solo intervienen para aclarar tratando de perfeccionar el asunto
que tratan. TODOS A UNA POR EL BIEN DE LA CIUDADANÍA.
Los signos que representan a la Patria son casi
adorados.
El progreso es admirable. No hay miseria, ni ofensas,
ni pobreza, nada por el estilo.
“¡¡¡JAMÁS SE INSULTAN!!!”
Todos a una, como en Fuenteovejuna.
Todo es buscar soluciones en común por la honesta
participación de todos. Todo por el bien de la Patria y de los conciudadanos.
“¡Somos un ejemplo de solidaridad, educación,
libertad, y amor a los demás!”
Somos la envidia, y un ejemplo, para el mundo entero.
Me despierto, y veo que todo era un sueño.
Mañana será otro día. ¿Cómo será?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.