“PUNTO Y APARTE”
Que sea esta época de Semana Santa el momento
para el punto y aparte a todos los malos hábitos y malas costumbres; para
buscar apasionadamente la honestidad
para la santidad, para amar con intensidad.
Que sea una época de examen de conciencia de
todos y cada uno de nuestros recovecos morales, espirituales, sociales y habitatistas.
“¡Punto y aparte debe ser el hecho de la sabiduría del bien
en la constante búsqueda de la verdad, de la
felicidad y de la libertad!”
Punto y aparte debe ser para el olvido o la
despreocupación de las grandezas y de las vanidades a las que el mal nos llama
y nos persigue a todos por igual.
“¡El examen diario de conciencia es una
necesidad única e irrepetible para vencer al mal y mejorar en el bien!”
“¡Siempre hay una oportunidad, que se debe
percibir como necesidad, para mejorar!”
“¡El punto y aparte debe ser el volver a
empezar en la vida personal, familiar, social, empresarial; en todo aquello en
lo que se necesita la honesta participación!”
Punto y aparte, volver a empezar -nunc coepi!- con la voluntad decidida de
ser honestamente participativos en la búsqueda del bien de los demás sin pedir
nada a cambio.
¡Padre Dios nuestro! ¿Cuántas infidelidades,
errores y pecados tengo de los que arrepentirme y pedir perdón? Creyentes o no.
“¡El punto y aparte es el gran medio para
conocernos lo mejor posible y sin equivocarnos!”
¿Dónde está mi corazón? ¿Qué es lo que ocupa
un sitio destacado, o más espacio, en mi corazón?
¿Qué me domina? Unas veces será las ansias de
aplauso; o el desabrimiento por alguna contrariedad; o la tristeza por ser mal
entendido; o el desaliento por no recibir la reacción amistosa de quien se
esperaba, etc. Que deseable son sus contrarios: el gozo de los honestos, de los
humildes, de los grandes cuyo deseo es el bien, esto es, de los que reconocen
el bien, lo realizan en su vida práctica y lo reparten.
El gran punto y aparte es recomenzar siendo
siempre honestos, participativos, humildes, habitatistas y, sobre todo, amar.
Y, si es posible, amar con apasionamiento e intensidad de forma que vibre y
haga vibrar a la persona amada, a la comunidad amada y ojalá al mundo entero
amado.
Por favor ¿usted qué opina?
Gracias.
Como creyente le deseo que: “Padre Dios le
bendiga a su familia, vecinos, amigos y al mundo entero”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.