miércoles, 10 de marzo de 2021

“¡LA GLORIA DE UN PUEBLO, Y DE CADA DÍA!”

 

“¡LA GLORIA DE UN PUEBLO, Y DE CADA DÍA!”

La gloria de un pueblo es el esfuerzo de todos, con el mismo fin, para conseguir la felicidad y la libertad.

La libertad no solo nos hace libres, la libertad nos hace grandes en el honor, la responsabilidad, y es el medio para llegar a la plena felicidad.

"¡La felicidad es el logro de cada día!"

"¡Amar y defender la felicidad y la libertad deben ser la meta de cada día!"

"¡Todo lo grande en la vida exige sacrificio, valor, y amor!"

Sin el sacrificio, el valor y el amor no hay meta que conseguir, y menos alcanzar.

"¡Las metas son los fines que debemos conseguir, si queremos ser merecedores del amor, de la felicidad y de la libertad!"

"¡La gloria de un pueblo es el sacrificio de cada día!"

"¡Sin el sacrificio no hay gloria que se consiga!"

"¡El sacrificio de cada día merece la gloria de hoy, de mañana, y de toda la vida!"

Sin sacrificio no hay, ni habrá gloria de un pueblo, porque sin sacrificio no hay meta que se consiga.

Amar a los demás es el camino  que conduce no solo a la santidad, sino a la gloria de todo un pueblo, porque con amor se abren las puertas de la dificultad, y se puede caminar seguro hasta conquistar la gloria de un pueblo cada día.

"¡La lucha honesta, valiente, constante, y ardiente nos conduce a la gloria merecida!"

Nada grande en la vida se consigue sin la lucha honesta, valiente y ardiente de cada día.

No dejemos de luchar cada segundo de la vida.

La vida es una lucha constante para vencer al mal, que nos perseguirá hasta el día de nuestra muerte.

La gloria de un pueblo, y de cada día, es, y será, la lucha constante del bien contra el mal.

La gloria de un pueblo, y de cada día, es, y será, la meta que tenemos que alcanzar para vencer al mal de cada día.

La gloria de un pueblo, y de cada día, se debe basar y desarrollar en el amor, la felicidad y la libertad.

La gloria de un pueblo, y de cada día, es, y será tener y desarrollar el amor, la felicidad y la libertad.

La gloria de un pueblo, y de cada día, es la humildad, el amor y la santidad de cada día.

Sin humildad, amor y santidad no hay gloria ningún día.

"¡¡¡La gloria de un pueblo son los santos de cada día!!!"


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