“¿QUÉ ES AMAR A PADRE DIOS?”
¿Qué es amar a Padre Dios? Sentir, querer, desear, aspirar a
tener la dicha de amar a Padre Dios por siempre jamás.
El amor a Padre Dios es la gloria terrenal y la espera,
ansiada, de verlo por toda la eternidad.
Me imagino el cielo en la contemplación de La Santísima
Trinidad: el Padre Dios, el Hijo, Dios, y hombre verdadero en Jesús, y el Espíritu
Santo, Dios por siempre jamás, Amor eterno entre Padre e Hijo. La Trinidad en
la Unidad de un solo Dios. Así nos lo ha enseñado Jesús de Nazaret en los
Evangelios.
La vida tiene valor y contenido cuando se ama a La Santísima
Trinidad convirtiendo a ese amor en una continuidad.
El amor a Padre Dios sublima los hechos de la vida.
Amar a Padre Dios es estar en el cielo terrenal.
Quien ama, y con pasión, a Padre Dios tiene el cielo ganado
y la gloria terrenal.
El amor a Padre Dios tiene un fundamento, en nuestra
historia personal, en los valores éticos, morales o religiosos aprendidos desde
niño como educación recibida de los padres que aman a sus hijos.
El amor a Padre Dios no se improvisa, salvo, lógicamente, en
las excepciones, que siempre las hay en alguna vida excepcional.
¿Qué es amar a Padre Dios? Es saberse amado por Dios en
primer lugar. Es vivir con la esperanza de ser atendido, comprendido y recibido
en Su eterna contemplación por la eternidad del siempre jamás.
"¡Quién ama a Padre Dios camina certero por el camino
correcto de la vida!"
"¡Ame a Padre Dios y ya no tendrá la incertidumbre de
saber a dónde va!"
El amor a Padre Dios enaltece la vida, le da los valores por
los que luchar, y caminar por el sendero luminoso de la verdad y de la
santidad.
"¡¡¡¡¡¡¡Padre
Dios es Amor!!!!!!!"
Padre Dios es la infinita bondad, la infinita magnanimidad,
la infinita santidad, y la infinita misericordia.
Padre Dios siempre nos espera. Siempre nos da lo oportunidad
de encontrarle y amarle, y cuando lo encontramos vivimos certeros de saber
a dónde vamos.
Busque, luche, rece, haga todo lo que pueda por amar a Padre
Dios y lo demás le vendrá por añadidura.
La existencia de Padre Dios, Creador, es incuestionable.
¿Cómo, si no, podemos entendernos?
La existencia del Mal es incuestionable.
¿A quién elegir? Usted sabrá.
Solo existen dos posibilidades: o ama al bien -que es Padre Dios-,
o vive sometido al mal -que es el demonio.
No lo dude. No se equivoque. ¿A quien elige? Usted sabrá.
Yo no tengo dudas:
ELIJO A PADRE DIOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.