martes, 14 de febrero de 2023

“¡LA CASA CONVERTIDA EN GUARIDA!”

 

“¡LA CASA CONVERTIDA EN GUARIDA!”


“¡Convertir nuestra casa en guarida es un mal que no solo nos afecta, afecta también a los demás!”

¿Cómo se convierte la casa en guarida? De la forma más sencilla: aceptar el mal como cosa natural.

¿Hay quien acepta el mal como cosa natural? Si, desgraciadamente.

Hay dos maneras de aceptar el mal como cosa natural: ya sea por activa como por pasiva.

“¡El mal es una realidad que busca imponerse, tratando de convencer, y hay veces que lo consigue!”

Salvo el malvado, nadie más acepta el mal consciente y con satisfacción.

El mal es repudiado de forma natural.

El mal no ceja en tratar de imponerse, y lo hace de mil formas diferentes. Hay veces que triunfa, convirtiendo nuestra casa en una guarida si no somos capaces de impedirlo.

Mil formas hay también de impedir el triunfo del mal sobre el bien. Cada uno de nosotros somos un conjunto de hechos  y de deshechos.

“¡La conciencia es la base de la ciencia moral, del comportamiento humano, convirtiendo la vida en algo grandioso o morboso!”

“¡La casa convertida en guarida es mal que arrastra a otros y a muchos más!”

Todos tenemos autoridad y poder de convicción y de actuar en los demás. Y esa actuación tiene, normalmente, dos vertientes: o el mal o el bien, no hay el regular.

“¡¡¡Los seres humanos nacimos para amar, no para odiar!!!”

¿Qué origina el odio, el rencor y el desamor? Básicamente las creencias, las convicciones, ya sean de inclinación hacia el bien o hacia el mal. Pero en los hombres hay una raíz de bien y una raíz de mal original.

Todos estamos atacados por el mal, y ahí está el valor y el mérito del valor y de la energía de la conciencia en luchar sin rendición.

“¡La conciencia es la madre del saber y de la ciencia en el hacer!”

Se nace con instinto de conciencia pero sin definición, y son los padres los que deben definir nuestra  conciencia. Luego cada uno a lo largo de la vida irá formando sus criterios, que deberán ajustarse a la realidad, a la verdad.

¿Qué responsabilidad y honor, qué alegría y esperanza, qué motor creamos los padres en nuestros hijos? 

¿Qué podemos hacer de nuestra casa?

La casa convertida en guarida es un mal que nos afecta por activa o por pasiva. De nosotros depende lo que sea nuestra casa.

“¡La guarida no es una imposición es una posibilidad, de ahí nuestra responsabilidad de ser o no ser guarida!”

La casa convertida en guarida es un mal con remedio, de nosotros depende su aceptación o rechazo, dependiendo de la conciencia del bien o del mal que recibimos por la educación recibida, y la maduración de nuestro criterio.

La casa convertida en guarida. No lo permita Padre Dios, ni lo acepte nadie, sea creyente o no.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.

Por favor, si desea contactar conmigo de forma privada:

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *