“¡¡¡LOS PUEBLOS DAN MÁS DE LO QUE LES HEMOS DAMOS!!!”
Todos los pueblos son grandes,
salvo cuando disminuyen su grandeza por la falta de educación y honestidad.
Un pueblo jamás deja de ser un
pueblo y jamás deja de tratar de ser grande.
La grandeza de los pueblos está en relación
directa con los valores de honestidad, honradez, educación y solidaridad, y la
aumentan y la difunden de acuerdo a la cantidad de ciudadanos con esos valores.
“¡La grandeza de los pueblos
recomienza y aumenta cuando nace un ciudadano!”
Trabajar y luchar por el bien de
los demás -con preferencia por la inmediata comunidad- es el trabajo y la lucha
que entraña un gran honor y una gran responsabilidad como ser humano.
Quien trabaja y lucha por el bien
de los demás recibe siempre más de lo que ha dado y pueda dar.
La responsabilidad de ser un buen
ciudadano es ineludible e intransferible, y aumenta con los años.
Amar a nuestros conciudadanos
enriquece la mente, el corazón y eleva el alma más allá de lo imaginable,
dándonos unas satisfacciones más allá de lo imaginado, porque el pueblo siempre
paga y da más allá de lo que le hemos dado.
“¡Los pueblos dan, siempre, más de
lo que les hemos dado!”
Por supuesto, si hemos dado algo, si
hemos dado nuestro amor y dedicación al bien de los demás.
“¡¡¡Los pueblos dan más de lo que
les hemos dado, si somos honestos y honrados ciudadanos!!!”
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