“¡A LAS MUJERES Y A LOS HOMBRES DEL MUNDO ENTERO!”

 

“¡A LAS MUJERES Y A LOS HOMBRES DEL MUNDO ENTERO!”

“¡Transmitir, informar y cooperar: tres actitudes que son una necesidad existencial para progresar!”

Quisiera poder llegar a las mujeres y a los hombres del mundo entero, para transmitirles lo bello que es la vida cuando se trata de ayudar a los demás.

“¡Compartir es vivir con felicidad!”

Me educaron en valores morales, éticos y religiosos, y lo hicieron con palabras y con hechos. Me transmitieron, me informaron, y cooperaron a mi educación con palabras y con el ejemplo.

Acepté esos valores y he tratado de ser fiel y consecuente con ellos. Con mis errores y pecados.

Fui educado e informado para aprender a encontrar la verdad, como consecuencia de esas creencias y de su vivencia.

He encontrado la verdad suprema en el amor apasionado a Padre Dios. Y tengo un deseo grande e inmenso de transmitirlo a todas las mujeres y a todos los hombre del mundo entero. Sean creyentes o no.

¿Por qué esta necesidad? Porque me quedó grabado a fuego que el servir a los demás con honestidad, lealtad y amor, es la felicidad y cooperar a la libertad.

“¡El servicio a los demás debe ser como el aire, una necesidad existencial!”

“¡¡¡Todos hemos nacido para servir a los demás!!!”

La vida nos va ofreciendo muchas oportunidades de servir a los demás.  Nuestra obligación es corresponder sirviendo, para cumplir con esa obligación, y caminar por el camino correcto, y poder mirar de frente a todas las personas desde el amanecer.

¿Cómo llegar a muchas mujeres y hombres? Hoy tenemos la técnica y la globalización, que debemos usar para informar.

Todas y todos estamos llamados a ayudar. En esto no hay excepción, porque es una obligación personal y existencial.

“¡Nacemos para servir y ayudar!”

“¡¡¡Servir y ayudar es el camino de la santidad!!!” Creyentes o no.

La vida es muy corta para desperdiciarla en cosas y hechos que no ayuden a los demás.

“¡El egoísmo, eso no va conmigo… son las llamadas del mal!”

El mal nos perseguirá hasta el final. A todos por igual.

La santidad debe ser la meta de toda una vida, para servir y ayudar con honestidad, humildad y amor.

“¡El amor es el cimiento del bien, es la mejor comunicación, y es el mejor medio para informar, servir y ayudar!”

Sin amor no hay servicio ni ayuda, sino egoísmo, un egoísmo que puede ser atroz.

“¡A las mujeres y a los hombres del mundo entero: sin amor no hay felicidad ni libertad, y menos servir y ayudar a los demás!”

“¡Dedicar el tiempo a servir y ayudar debe ser tan fuerte, que haga que uno viva necesitando servir y ayudar!”

“¡A las mujeres y hombres del mundo entero: servir y ayudar es amar con intensidad!”

Si tiene dudas: pruebe y verá.

Espero que algún día me lo diga.

Ese día será un día grande para usted, para mí, y para la humanidad.

“¡A LAS MUJERES Y A LOS HOMBRES DEL MUNDO ENTERO!”   Benditas y benditos sean por hoy, y por toda la eternidad, si ayudan a los demás.