“¡EL ÁNGEL DE LA GUARDA!”
Los católicos creemos, ciegamente, que Padre Dios nos pone,
desde el momento del nacimiento, un Ángel de la Guarda, el custodio que nos
protege, guía, guarda y ayuda a lo largo de toda la vida.
La existencia del ángel de la guarda y su misión están descritas
en los libros del Génesis, Tobías, Salterio, Mateo, Hechos de la Apóstoles y en
la Carta a los Hebreos.
La existencia y las actuaciones de mi Ángel de la Guarda son tan
evidentes, reales y verdaderas, que las considero irrefutables por mi
experiencia y vivencias. Yo diría que son admirables.
No solo trato de convencer a los incrédulos, sino confirmar a
los creyentes de todas las oportunidades que se nos presentan, a diario, para
solicitar la ayuda del Ángel de la Guarda, y recibirla.
Pruebe, claro está, con fe, humildad y amor, a pedirle ayuda a
su Ángel de la Guarda, en un caso de verdadera necesidad, y ya me dirá los
resultados.
No es un juego. Es algo muy serio, real y verdadero.
No me parece prudente dar datos de mis vivencias, porque puedo
alterar la creencia o dudas de los que me leen.
Si puedo dar mi palabra de honor, que para mí es lo más sagrado,
porque yo no juro, que he tenido vivencias espectaculares e incontrovertibles
de la acción, real y verdadera, de la ayuda de mi Ángel de la Guarda.
Por eso escribo y trato de transmitir estas experiencias: para demostrar
la real y verdadera existencia, la ayuda, real y verdadera, del Ángel de la
Guarda.
No es nada de juego ni de malabarismo.
El Ángel de la Guarda es algo muy serio y real.
Si tiene dudas, pruebe. Ya me dirá.
Por supuesto: pedirle con fe, esperanza, caridad y amor, la solución
a una necesidad real y verdadera. Ya me dirá.
El Ángel de la Guarda es y será su acompañante toda su vida.
Crea o no crea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.