“DESARROLLAR UNA IDEA”
Desarrollar una idea es algo apasionante y necesario.
Todos tenemos la ineludible obligación de contribuir al bien
de los demás, y una forma de hacerlo es exponer y desarrollar nuestras ideas
deseando ayudar.
Desarrollar una idea me resulta difícil y complicado. No
rehúso mi obligación de exponerlas para discutir y encontrar la verdad. Ello me
obliga y me mueve a escribir.
Mis valores me impulsan a escribir, y tratar de informar.
Todo lo que escribo está, por supuesto, sujeto a la crítica,
y lo escribo el fin de tratar de ayudar a los demás, para mejorar.
Antes de escribir -como creyente– rezo un Padre Nuestro, y
les puedo garantizar y confirmar que esa oración me ayuda.
Los temas que suelo tratar tienen como fundamento ayudar, y
para ello siempre rezo ese Padre Nuestro antes de empezar, para
que El Espíritu Santo me ayude.
Desarrollar una idea y mucho menos una teoría lo considero
fuera de mis posibilidades.
En cambio describir mis experiencias y creencias me resulta
relativamente fácil y posible. Eso es lo que trato de hacer.
No quisiera ser teórico, sino práctico.
“¡Quisiera que lo que escribo sirva para convertirlo en
realidad, en la vida diaria, cotidiana de todos los días!”
Mis escritos van dirigidos a todas y a todos, y siempre
pidiendo su opinión. Por eso siempre pido la ayuda de los demás, para
confirmar, mejorar, corregir errores...
Las honestas y deseosas aportaciones de los demás enriquecen
y aclaran el tema tratado. Son una gran ayuda.
Trato de decir y exponer aquello que es viable y realizable.
Aquello que podemos y hasta debemos hacer para sentirnos bien con nosotros
mismos y con los demás.
"¡Me siento un ser humano social, y, como tal, tengo
que compartir, con honestidad, lealtad y amor, aquello que nos pueda
ayudar!"
Espero no equivocarme. Son vivencias y creencias personales
en las que no basta la buena voluntad, se necesita decir la verdad de lo vivido
y compartido, y abrirlo de nuevo al compartir.
La verdad es única, pero hay matices que la pueden
desvirtuar o la pueden mejorar.
"¡Todos debemos exponer nuestras ideas con honestidad
para tratar de ayudar!"
La honestidad ayuda a cometer menos errores. Aunque no
olvidemos que uno se puede equivocar de buena fe y con honestidad. Para ello
hay una clara solución: corregir y pedir perdón.
Ruego -y pido me perdonen en mi insistencia- su ayuda.
"¡Su ayuda enriquecerá los temas y les darán más contenido
y valor!"
"¡Desarrollar una idea no es fácil, pero no deja de ser
una obligación personal y social, para tratar de ayudar a los demás!"
¡Ven oh Santo Espíritu! Llena los corazones de tus
fieles y enciende en ellos el fuego de Tu Amor. Envía tu Espíritu y serán
creados. Y renovarás la faz de la tierra.
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