sábado, 25 de marzo de 2023

“¡¡¡A LOS MORIBUNDOS!!!”

 

“¡¡¡A LOS MORIBUNDOS!!!” 

Hasta donde sé siempre nos acordamos de los vivos y de los muertos, pero no de los moribundos.

El moribundo vive los últimos momentos de su vida terrenal, que son los más importantes después de su nacimiento.

Morir, morimos todos. Y todos seremos moribundos.

Yo le pido a mi familia, como creyente en LA SANTÍSIMA TRINIDAD, que avisen al Párroco para que venga a confesarme, darme la Sagrada Comunión, la Extremaunción o Unción de Enfermos, y sus palabras, consejos y compañía.

Me pregunto: ¿Todos los moribundos, creyentes o no, reciben los Santos Sacramentos y la Extremaunción?

La Extremaunción, en los creyentes, es dejar a la persona moribunda en santidad, para, así, poder entrar en el Cielo prometido que es la contemplación de LA SANTÍSIMA TRINIDAD (DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO), entrando a vivir en Dios por toda la eternidad.

No darle la oportunidad, al moribundo, de recibir LA SAGRADA COMUNIÓN Y LA SANTA UNCIÓN, supongo que debe de ser un pecado grave para quienes así actúan. Además, irreparable.

Supongo que los no creyentes creen que después de la muerte no hay nada. ¿Cómo pueden estar tan aparentemente seguros de eso? ¿Y si hay? ¿No es la inteligencia y la voluntad del espíritu humano muy superior a los instintos y a la sensibilidad del organismo animal? ¿No reclama la pervivencia tras la muerte? ¿No nos preguntamos racionalmente de dónde procede todo y qué fin tiene todo el universo?

Aunque sea por las dudas yo le daría la SANTA UNCIÓN al moribundo cristiano bautizado. Salvo que ella o él se oponga directamente, claramente, que -entonces- la responsabilidad la tiene el moribundo.

"¡Si existe Dios, hay eternidad!" Y pensemos, ¿hemos creado el universo nosotros? ¿Y si no, quién y cómo lo ha creado?

Lo que me apenaría es que una persona no vaya al cielo eterno por no darle los Sacramentos.

Estas palabras van dirigidas, en especial, a los creyentes, y, ojalá, llegasen a los no creyentes.

Que se sepa que los familiares del moribundo tienen la ineludible obligación de tratar que el moribundo reciba los Santos Sacramentos. Y si no lo hacen, la responsabilidad recaerá sobre ellos, y será un peso para toda la vida.

No quisiera tener esa responsabilidad de que un moribundo familiar no reciba los Santos Sacramentos. Después ya no hay solución.

Todos, sin excepción, moriremos.

¿Cómo quiere usted morir?

Creo que esta es la gran pregunta que todos debemos hacernos.

Lo que si les puedo garantizar es que usted, y su familia, y amigos morirán, y todos seremos moribundos.

La muerte es el fin de la vida de todo nacido.

Pero antes de morir se es moribundo.

A quién sea moribundo, en este momento, le pido a "¡¡¡LA SANTÍSIMA TRINIDAD que lo coja confesado para que goce, eternamente, de la contemplación y vida de LA SANTÍSIMA TRINIDAD!!!"


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