“¡LOS CINCO MINUTOS DE INSPIRACIÓN!”
Supongo que los que escribimos, tratando de informar, compartir y
ayudar, deseamos y ambicionamos escribir el artículo que llene los vacíos que
tanto deseamos llenar.
Todos y cada uno de los artículos están escritos con una
finalidad.
Si la finalidad es el orgullo personal, corta será la distancia
que recorrerá el artículo y se perderá en el olvido con gran facilidad.
Amar y con pasión a quien va dirigido el artículo, unido a una
gran honestidad y amistad del autor al destinatario, debe tener un mayor
recorrido y con grandes posibilidades de que esa inspiración e información
llegue a más personas y pueda hacer un mayor beneficio, que es el destino y el
deseo del autor.
Los cinco minutos de inspiración, convertidos en algo de valor,
son los cinco minutos que todos ambicionamos, tanto el receptor como el autor.
La ilusión nunca se pierde.
La ilusión nunca se pierde por que los buenos deseos, la ilusión y
responsabilidad de informar y de servir a los demás, pretende que sea siempre
de forma contundente, efectiva y continúa.
Deseamos que los cinco minutos de inspiración y de realización
sean para manifestar y expresar las necesarias añoranzas, los buenos deseos y
la honestidad para la solución de los problemas, por el deseo de tratar de
decir lo que sirva para ayudar.
Nunca perdamos la ilusión y la honestidad de seguir escribiendo
deseando ayudar.
Los cinco o los diez minutos de inspiración son una necesidad para
repartir el bien sin mirar a quién, pudiendo ampliar la felicidad.
Escribir es el momento de los cinco minutos de inspiración.
La inspiración es la posibilidad de dar y repartir el amor, y de
dedicar tiempo y la honesta participación para enriquecer al destinatario con
el tema que con tanta pasión e ilusión se escribió buscando que el beneficiario
se beneficie de tal labor y de tal amor, y que ese tiempo que el beneficiario
le dedica a leer le sea de utilidad y aumenten su amor e ilusión.
Benditos y alabados sean esos cinco minutos de inspiración y
participación en una realización que inunde el alma del receptor y le ayude a
su realización.
Que los cinco minutos de inspiración sean y sirvan para informar y
ayudar, y habremos conseguido la meta de nuestro ideal, ayudar.
Benditos y alabados sean los receptores de esos cinco minutos de
inspiración. De ellos sea la gloria en la tierra y en el cielo.
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