“DICTADURA DE LOS PODERES”
Jamás hemos tenido tanta posibilidad de vivir con libertad, y creo
que nunca antes hemos tenido una libertad tan condicionada. Así lo creo y así lo digo.
“¡La libertad es la posibilidad real de hacer el bien o el mal!”
La libertad debe ser el mayor grado de responsabilidad.
La libertad tiene la posibilidad de compartir libremente la
felicidad. Es lo que trato de hacer y me va muy bien.
Las dictaduras de los poderes perversos se agudizan de manera
notoria y peligrosísima, por la falta de la honesta participación social de los
demás.
La vida es muy corta y de mucho valor para perder la libertad.
Esta realidad fortalece e incrementa la responsabilidad.
La responsabilidad unidad a la honestidad con libertad es el
camino para lograr el gozo de la plena felicidad. Así lo vivo y así lo digo.
Trato de no olvidar que la libertad fortalece las creencias, las
obligaciones y la felicidad.
Estamos acorralados, aplastados y esclavizados por los poderes
perversos porque no somos honestos y participativos, sino pasotas, individualistas…
y aceptamos y acatamos lo que nos imponen, inhibiendo la libertad.
Sin libertad se vive en dictadura.
La humanidad fiel y honesta ha luchado, denodadamente y durante
largos años, por conseguir y poder vivir la plena libertad, y aún estamos en el
camino muy lejos del final feliz, por culpa de nuestra opacidad y falta de
honesta participación.
Los poderes perversos se aprovechan de esta pasividad de la
mayoría de la humanidad, y nos llevan a esta triste realidad: falta de
libertad. A la esclavitud.
¿Qué podemos hacer? Ser honestos, fieles al momento y
participativos, y lo demás vendrá por añadidura.
¿Qué estamos haciendo? Creo que la mayoría no hace nada en este
aspecto. Vivimos de espaldas a nuestra realidad y a nuestras obligaciones
personales, familiares y sociales, y puede que incluso en contra de nuestras
creencias. Les estamos dejando a nuestros hijos un mundo de iniquidad y maldad
por falta del necesario ambiente donde pueda vivirse la libertad.
La dictadura de los poderes perversos es notoria y aplastante. El
consumismo, trabajar para pagar cosas innecesarias, ver y oír programas y
propagandas de pura banalidad, hacer dejación de deberes y derechos, y así un
largo etcétera nos está llevando al mal sin necesidad.
Todos los que no hacen nada y aceptan por activa o por pasiva las
órdenes de los poderes perversos son culpables, sin lugar a dudas, de la
esclavitud consentida a la que nos someten los poderes perversos.
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