“¿MORIR Y NADA MÁS?”
¿Morir y nada más? Jamás. La muerte es de una
importancia inigualable, para el creyente y para el que no lo es.
Se muere una sola vez. ¿Ahí se queda todo?
Esperar a la muerte con resignación -hasta con
alegría- es creer en la existencia de un cielo, en la contemplación de Padre
Dios.
Morir y nada más, no es verdad. Se crea o no se
crea. Se tenga o no se tenga fe. Morir es mucho más.
¡La vida es un sendero que hay recorrer y que
debe tener, en todo momento, un significado y una razón de ser!
Todo en la vida tiene una razón de ser. Aunque
hay veces que no sabemos el por qué, no por ello deja de existir una razón.
¡Morir y nada más! Sería un vacío y un sin
valor, que ni los humanos somos capaces de pagar.
La vida es de un valor incalculable y de una
enorme responsabilidad, y pasar por la vida sin más, y sin nada más, es perder
el tiempo sin necesidad, y tener el vacío de la necedad.
La necedad se dice tanto del dicho como del
hecho.
Necio es quien ignora lo que podía y debía
saber. Un obstinado o un imprudente sin tener razón.
Morir y nada más no es una realidad ni una
verdad.
Morir es mucho más. ¡Perder la vida natural y
que no se tenga, ni haya más! ¿Es esto verdad?
La muerte es algo tan importante. No quiero ni
puedo pensar que todo se quede ahí y exista la injusticia de no pagar a una
vida y a todo lo realizado.
¿Cómo es posible que seamos capaces de tener
felicidad y libertad y con la muerte se acabe lo que empezamos con la vida?
¡Creo e intento ayudar a entender que la muerte
es mucho más!
¡Esperar la muerte, que es una realidad, y que
ahí quede todo es una injusticia tan grande que me parece irreal!
¡Con fe o sin fe, la muerte y nada más me parece
injusto y la vida sin significado, se tenga o no se tenga fe!
Morir y nada más me parece una irrealidad.
Esta
es mi opinión. ¿Cuál es la de Usted?
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