"¡EL CONSEJO DE LOS MAYORES Y EL PODER, Y LA AUTORIDAD!"
La gerontocracia es una forma de gobierno en la que el
gobierno la forman una pequeña cantidad de líderes, normalmente muy ancianos. Y
siempre tiene una percepción negativa. Los muy mayores no deben gobernar. Pero
deben aconsejar.
La juventud se desarrolla cuando oye y aprende de los
mayores.
La sabiduría la tienen los mayores por la experiencia.
La experiencia sigue siendo la madre de la ciencia.
Desaprovechar la ciencia y experiencia de los mayores es
dilapidar una riqueza invalorable.
Llegar a viejo. Jubilarse, para no hacer nada, es haber
perdido, y seguir perdiendo la sabiduría acumulada.
Los mayores deberían poder supervisar a los que tienen
autoridad, ser los consejeros de los que tienen la autoridad. Es natural en
muchos pueblos tener un consejo de ancianos.
Desaprovechar la experiencia y sabiduría de los mayores es
un signo de debilidad, de ignorancia, de egoísmo, de revanchismo, y creerse
mejor que los demás.
De los peores pecados que pueden cometer los que tienen
autoridad es creerse, por el cargo, que los demás somos súbditos y no cooperadores
en el bien general, es creerse que se las saben todas.
Haber vivido muchos años es un don de Dios.
No compartir la ciencia de la experiencia es un egoísmo
fatal, es un pecado capital y social, que se redime cuando uno sirve a los
demás.
Cada persona tiene unos conocimientos que no tienen otros, y
desaprovechar esa ciencia es de tonto de solemnidad, iluso, engreído, egoísta.
"¡La vida tiene sentido y valor en la medida en que la
compartimos con la gente!"
Vivir solo para símismo y los suyos, es rodearse de la
soledad que le acompañará hasta el momento de la muerte, cuando no tendrá
oportunidad de haber servido y ayudado a los demás. Y morirá acompañado de esa
soledad que se ha buscado.
Compartir y servir con los medios y conocimientos que
tenemos es la forma y manera de vivir con felicidad y de morir con un
inventario que se lo pagarán, con creces, cuando haya dado su último suspiro,
haya entregado la vida, y esté listo para entrar en la gloria celestial.
La separación, la desconexión entre generaciones es un mal
que arrastra y tara a las siguientes generaciones, porque les condena a vivir y
cometer los mismos errores y pecados del pasado. Es no aprender de la
experiencia.
Desaprovechar a los mayores, dejarlos en su soledad, es
aspirar a morir en las mismas condiciones.
Hay quien aspira a jubilarse para ya no hacer nada. Probablemente
es un merecido descanso a una vida dura y sacrificada por sacar adelante a una
familia a unos amigos o a la sociedad. Pero si no es así, y se jubila buscando
el descanso egoísta puede quedar solo y ser un pobre desgraciado hasta que
muera. La soledad lo acompañará hasta el mismo momento de la muerte.
Los mayores somos el pasado y el fundamento del presente, pero
el futuro es de los jóvenes. Los mayores pueden y deben ser la garantía de un buen,
feliz, y aprovechado traspaso generacional, y así mejorar el futuro con
calidad.
Aprovechemos a los mayores. Quedémonos con la mejor
herencia. Desechemos lo caduco. Oigamos sus consejos. Sigamos críticamente sus
indicaciones, y no cometeremos los mismos errores que ellos cometieron.
Es de jóvenes sabios oír y aprovechar la experiencia para
tener un presente lleno de alegría y esperanza.
"El consejo de los mayores, el senado de la vida, es la
oportunidad de los mayores y el beneficio de los menores"
Aprovechemos la ciencia de la experiencia, y la felicidad y
la libertad serán los acompañantes para vivir con progreso material y
espiritual.
El consejo de los mayores y el poder y la autoridad deberían
ser una misma realidad, y conducen al bienestar, cuando se aprovecha la ciencia
de la experiencia.
Aprovechemos la ciencia de la experiencia y no cometeremos
los mismos errores y pecados que ellos cometieron.
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