“¡SERVICIO DIRECTO A LOS DEMÁS!”
“¡Todas las actividades
humanas, honestas y leales, son un servicio directo o indirecto a los demás!”
La mayoría de las profesiones
son un servicio directo a los demás.
Los profesores, amas de casa,
médicos, trabajadores, empresarios, etc. todos somos un servicio a la comunidad
aunque sea de forma y manera indirecta.
Hay varios medios de
colaborar. Quizá el más conocido sea con la voluntad; me refiero, por supuesto,
a la buena voluntad, pues el servicio que hacemos a los demás depende de ella.
Servir a los demás requiere
mortificación, sacrificio y buena voluntad, entre otros aspectos; y, para los
creyentes, habría que añadir rogar la presencia de Padre Dios y el olvido de
uno mismo.
En ocasiones, este espíritu
de servicio choca de frente con la mentalidad de personas que sólo piensan en
sí mismas.
Lógicamente, para servir
voluntariamente por amor, es necesario poner en juego muchas virtudes humanas y
sobrenaturales.
La dignidad de servir se
expresa en la disponibilidad para servir a los demás; los católicos tenemos el
ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo, que dijo: “no he venido a ser servido,
sino a servir”.
Servir exige tal madurez
espiritual que se puede definir como algo grandioso.
El Papa Juan Pablo II dijo: “para
poder servir digna y eficazmente a los otros, hay que saber dominarse, es
necesario poseer las virtudes que hacen posible tal dominio”.
Tratemos, creyentes o no, de
servir a los demás, en especial a quien está a nuestro lado, aunque no
recibamos ningún pago ni recompensa.
Las cosas de mucho valor no
se consiguen más que a un precio muy alto.
Este tiempo de Cuaresma, es
un tiempo acorde a esta actitud de servir, y es un tiempo para compaginar
nuestras obligaciones con Padre Dios, con los demás y con uno mismo,
dedicándole el tiempo que cada cosa requiere, y el que cada uno puede dar en
conciencia.
Ahora bien, es servir a los
más necesitados, pero sin olvidar a los nuestros.
Nuestra actitud ha de ser
servir primero a Padre Dios y luego a los demás, y con una visión sobrenatural.
Servir a todos, incluso al
que no lo agradece, y sin esperar nada a cambio.
Servir ayuda a combatir el
propio egoísmo y nos mejora enormemente.
“¡¡¡Sirvamos a diario a los
que nos rodean, y la recompensa será ahora y eterna!!!”
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