“¿QUÉ PUEBLO HAY?”
Vuelvo a vivir, y con una enorme preocupación, las tendencias
sociales antirreligiosas, las noticias de odio y rencor sobre personas y aún
autoridades que atacan las creencias y los sentimientos religiosos, sin el
menor pudor ni recato y sin el menor respeto.
“¡Hay otras personas que atacan a los cimientos de la democracia,
restando la casi sagrada libertad!”
Todo ser humano tiene derecho a tener sus creencias religiosas o
de valores morales, éricos, religiosos, políticos, y a ser sumamente respetado.
Toda persona que ataca las creencias honestas y religiosas e
insulta es merecedora del rechazo personal, social y, por estas maravillosas
redes, rechazo mundial, rechazo universal.
¿Por qué se vuelve a insultar gravemente las creencias religiosas?
¿Cuál es el origen y la razón de ese espantoso y maligno
comportamiento de ofender a lo más sagrado, faltando gravemente al respeto?
Quisiera saberlo.
Sé que las personas maleducadas o sin educación no tienen el
suficiente control, ni el necesario, vital y educado comportamiento de respetar
a los demás. La falta de ese control o educación quizás pueda ser un atenuante
parcial, pero nunca un eximente del correcto, honesto y debido comportamiento
respetuoso con todos.
¿Qué pueblo hay?¡ El que existe! Y no es una broma.
¿Saben que hay jóvenes que nunca trabajarán porque no tienen ni
educación ni formación? Esto es espantoso y peligroso, y lo es para ellos y
para la sociedad.
¿Qué hacer? Ayudar. Tratar de ayudar.
“¡Nadie tiene patente de corso para no hacer nada y quedar al
pairo, despreocupado y descolgado de su realidad y obligaciones!”
Todos, sin excepción, estamos obligados a ayudar en la medida de
nuestras posibilidades. A nadie se le pide que dé más de lo que puede y debe.
Nadie da lo que no tiene. Si puede, y debe, dar de lo que tiene.
“¡¡¡Pero sí se le pide dar lo que debe y puede!!!”
¿Qué pueblo hay? El que existe, el que hemos criado y el que hemos
cuidado.
Si en mi país se dan casos de ofender y faltar al respeto es
porque hay una parte del pueblo que es maleducada, rencorosa y agresiva, que
ataca y no respeta. Esto es malo, malísimo, y sumamente preocupante.
Los extremismos en la falta de respeto y del abuso de la libertad
conducen y crean radicalismos en el pueblo que recibe esos ataques.
“¡El mal crece y se desarrolla por medio de los que faltan al
respeto!”
“¡Apelemos a la honestidad y al respeto en evitación de problemas
mayores y vivamos felices que para esos hemos nacido, para la felicidad y la
libertad!”
¿Qué pueblo hay? El que tenemos y que debe ser respetuosamente
honesto con los demás. De lo contrario, malo, muy malo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.