“¡¡¡PERTENECER A UNA FAMILIA!!!”
Pertenecer a una familia es haber heredado una educación
en valores éticos, morales o religiosos.
No hay lugar ni familia en los que la educación sea la
misma.
Los valores lo son para todos por igual, y en
cualquier lugar.
La familia no es solo el grupo de personas que la
componen. La familia es un conjunto de deberes y derechos aprendidos y
heredados que, en algunas familias, se ha ido transmitiendo de generación en
generación.
"¡Pertenecer a una familia deber ser un honor que
hay que respetar, fomentar y robustecer más allá de las circunstancias personales!"
El comportamiento personal deber ser la herencia y
consecuencia de la educación recibida, y transmitida de generación en
generación.
Yo soy lo que me educaron. Sobre eso construyó mi
libertad, mi voluntad.
Me educaron en valores, con palabras y con el ejemplo
recibido.
Valores recibidos por mis padres y por el resto de la
familia.
En mi familia hemos vivido, y por generaciones, el
amor apasionado a Padre Dios y al prójimo, a usted, como a mí mismo.
Cuando no he sido consecuente con esos valores y
creencias, he pecado.
Pertenecer a una familia es ser reconocido, por los
demás, que dirán: se parece a los suyos.
"¡Quien a los suyos se parece es por haber
recibido y aceptado los valores y creencias recibidas!"
"¡¡¡Aceptar y vivir la educación recibida llena
la vida!!!"
La vida tiene valor y contenido cuando se es honesto,
leal y respetuoso con la educación recibida.
La honestidad y la lealtad son una consecuencia de la
educación recibida.
La corrupción es una consecuencia de no haber recibido
una educación en valores éticos, morales o religiosos, salvo, claro, las
excepciones.
"¡Todo en la vida tiene excepciones, y, como
tales, son las menores!"
"¡Pertenecer a una familia obliga a ser
consecuente con los valores y creencias recibidos y transmitidos por las
generaciones anteriores!"
Nos deben conocer y en ello fácilmente reconocer que
pertenecemos a una familia determinada.
Pertenecer a una familia es un honor que hay que
respetar y fomentar a lo largo de la vida.
Pertenecer a una familia es un orgullo que nos permite
mirar al futuro con esperanza y alegría.
Pertenecer a una familia es un orgullo y una
responsabilidad que hay que respetar toda la vida.
"¡¡¡Pertenecer a una familia, obliga!!!"
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