miércoles, 21 de julio de 2021

“LA MISERICORDIA. VIRTUD AL DÍA”

 

“LA MISERICORDIA. VIRTUD AL DÍA”

“¡¡¡Ser misericordioso en el ámbito social y familiar es urgente!”

“¡¡¡Dichoso los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia!!!”

La compasión hacia la miseria ajena nos debe mover a tratar de remediarla.

Los no creyentes tienen las mismas obligaciones que los creyentes, esto es, tener y aplicar la misericordia, con la única diferencia de que unos creemos en Dios y otros no.

El ateísmo me produce aislamiento, y una terrible soledad. ¿Es lo que sienten los ateos?

Los creyentes encontramos en la Sagrada Escritura el mandato de Padre Dios, que es la Misericordia, de tener, nosotros también, sentimientos de misericordia.

El Señor nos promete que seremos dichosos si tenemos un corazón misericordioso para con los demás, y que alcanzaremos misericordia de parte de Él.

El campo para la misericordia hoy es enorme, si tratamos –que es una obligación – de remediar el mal ajeno.

No sólo podemos padecer miseria física, también intelectual y moral… Por eso las obras de misericordia son numerosas -tanto las materiales como las espirituales- y necesarias para una sociedad sana y feliz.

Como es lógico, debemos ser compasivos con los más cercanos y con quienes tienen más necesidades.

Los hambrientos, los enfermos y los que están solos, tanto de lo físico como de lo espiritual, son los más necesitados, a quienes debemos ayudar y acompañar en primer lugar.

En una sociedad que se ha deshumanizado, materializado e individualizado, en especial por los frecuentes ataques a la familia y a la vida, hay cada vez mayor número de enfermos y ancianos abandonados, que no tienen el consuelo y el cariño de la familia o del amigo, el consuelo que necesitamos, a parte de las necesidades que puedan y podamos tener.

“Lo que por uno de éstos hicisteis, por mí lo hiciste

Todas las obras de misericordia siguen vigentes. “Corregir al que yerra”, pero con caridad, sin ofender.

“Enseñar al que no sabe”, hoy, en un mundo globalizado y saturado de información al alcance de todos, hay una gran ignorancia religiosa, siendo la religión un valor fundamental para una vida llena y completa de cuerpo y alma.

“Aconsejar al que duda”, haciéndolo con honradez y rectitud de intención.

“Consolar al afligido”, animándole para que recupere la alegría y entienda el sentido sobrenatural del sufrimiento.

“Perdonar al que nos ofende”, con prontitud (en esto tengo que mejorar), intentando reducir el grado de la ofensa.

“Socorrer al que necesita ayuda”, haciéndolo con generosidad, alegría y prontitud.

Y por último: “Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos”, lo que podemos hacer sintiéndonos ligados por la Comunión de los Santos, en especial con aquellas personas con quienes estamos más obligados por ser familiares, amigos, vecinos etc.

En definitiva: tener y practicar la preocupación por los demás por la misericordia, y la recompensa será el gozo del deber cumplido, y, luego, la eterna felicidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.

Por favor, si desea contactar conmigo de forma privada:

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *