“¡LAS ALEGRÍAS Y LAS PENAS!”
Pongo primero las alegrías, porque son las que debemos
perseguir y celebrar con AMOR Y AMISTAD.
Pongo en segundo lugar las penas, porque son las que debemos
olvidar.
“¡Las penas y las alegrías son una consecuencia de la vida!”
“¡Saber aprovechar las alegrías y arrinconar las penas es de
sabios!”
La vida es la gran y única oportunidad que tenemos para gozar
las alegrías y sufrir las penas de cada día y de cada noche. Las que debemos
aprovechar para enriquecernos.
Todo en la vida tiene un significado, aunque muchas veces es
difícil reconocerlo.
“¡La fe es la lupa con la que debemos mirar para encontrar y
vivir la felicidad y la libertad por el AMOR Y LA AMISTAD!”
La falta de la fe es una circunstancia que se debe corregir y
eliminar.
La fe sigue siendo el medio para reconocer y agradecer las
dichas de la vida. Y para arrinconar las penas de cada día.
“¡Vivir es la oportunidad de hacer el bien y pedir perdón por
los errores y pecados!”.
La casualidad no existe.
“¡Creo, firmemente, que los hechos de la vida tienen un significado
que debemos descubrir, para saber corresponder y no equivocarnos!”
Tengo que volver a insistir en la fe.
“¡La fe, creer en algo, en especial en lo divino, es el
camino que debemos recorrer, si queremos llegar al final de la vida con valores
que nos sirvan en el juicio final!”
Las alegrías y las penas nos deberían servir para saber si
estamos en el camino correcto para, en su caso, rectificar o confirmar lo que
venimos haciendo.
“¡Quien rectifica a tiempo está en el camino correcto!”
“¡Las alegrías y las penas son vivencias que no debemos
olvidar para gozar unas y anular otras!”.
“¡La vida se vive solo una vez, y desaprovecharla es perder
el camino y entrar en el olvido!”
“¡Las alegrías y la penas son las oportunidades para
enriquecernos cada día!”
Perder el horizonte de la vida nos arrastrará al mal sin
necesidad.
Las alegría y la penas son vivencia que encontraremos a los
largo de la vida.
“¡Las alegrías y las penas nos deben servir para aprender y
corregirnos!”
“¡Las alegrías y las penas son vivencias para recordar y para
mejorar!”
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