“¿QUÉ PUESTO OCUPO?”
“¡El puesto que ocupemos en la vida es el
lugar que tenemos que llenar!”
¿Qué puesto
ocupa en su familia, en su trabajo, en su vecindad, en la comunidad…?
¿Cómo lo
desarrolla? ¿Qué hace? ¿Es reconocida/o en el lugar que está y ocupa? Así
podríamos seguir haciéndonos preguntas hasta el infinito. Muchas de ellas
me las hago a diario, y compruebo mis fallos.
“¡Por supuesto,
lo más importante no son las preguntas que me hago sino las respuestas!”
¿Soy consecuente
y coherente con lo que digo y hago?
¿Cómo me ocupo
de lo que me corresponde en el lugar que ocupo?
Estas y otras
muchas preguntas me ayudan a valorar el comportamiento que tengo y que hago con
y en el lugar que ocupo.
“¡La vida, las
circunstancias, las creencias, los valores y nuestros actos nos sitúan en el
lugar que ocupamos, y que debería ser el lugar al que hemos llegado por lo que
hemos hecho y luchado!”
No tengo la
menor duda de que, a lo largo de mi vida, he ido ocupando puestos no por el
azar, sino por mi decisión, al tratar de vivir con honestidad, fidelidad, y
lealtad, queriendo y tratando de ser consecuente con mis creencias y valores
heredados y aceptados, en especial el amor a los demás.
¿A usted le
sucede lo mismo? Agradezco su información para ampliar y complementar el valor
de estas preguntas y sus respuestas.
“¡Todo lo
relacionado con la felicidad, la identidad, la libertad está fundamentado y
depende del comportamiento de cada uno de nosotros en el lugar que ocupamos!”
“¡¡¡La libertad
no es algo que nos llega de improviso, es algo por lo que hemos luchado y
vivimos y compartimos por decisión propia, y eso es lo que significa ser
consecuente!!!”
Trato, con todas
mis fuerzas y deseos, de ser consecuente con mis creencias, valores y
vivencias. Cuando fallo, me suelo recomer por haber sido tan imbécil al haber
sido vencido por el mal.
Lucho, por la
honestidad, la fidelidad y la libertad, para tratar de desarrollar mi vida de
acuerdo a mi honestidad y participación.
¿Qué puesto
ocupo? El puesto que vivo y que he conseguido, y del que soy consciente y
responsable tratando de ser consecuente.
El puesto que
ocupo no solo lo vivo yo, sino que no hay nadie que pueda ocuparlo por mí, por
eso es tan importante como el ser o no ser consecuente con las creencias,
valores y vivencias.
¿Qué puesto
ocupo? El que yo me he labrado y la sociedad me lo ha permitido.
¿Qué puesto
ocupa usted? Yo no lo sé, pero usted si lo sabe. Un fuerte abrazo.
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