“¡LOS RECUERDOS!”
DESPEDIDA DEL AÑOS 2021.
En mi mente se agolpan los recuerdos, se me nubla mi vista, y el
corazón late más deprisa.
Quisiera escribir lo que se siente y se recuerda cuando los años
han pasado, y vuelven a la memoria tantos hechos y vivencias que nunca se
borrarán, y jamás se olvidarán.
La vida llena de valor y contenido por haber tratado de vivirla
plenamente. No sentir el vacío. A veces es una sensación angustiosa y
preocupante, porque no toda ha sido bueno y santo.
Ha habido hechos felices y hechos tristes.
Las vivencias más tristes producen una profunda sensación y
sentimientos que tratan de borrar el pasado.
Dejo a la sensación que siga su curso para narrar lo que se
siente cuando se han vivido muchos años, y recordarlos produce el
arrepentimiento y el dolor por los pecados cometidos.
El pasado jamás vuelve. El pasado, pasado es y siempre será.
“¡No hay poder ni
deseo capaz de recuperar el pasado para tratar de enmendar los errores y
pecados!”
Lo que nos queda es el arrepentimiento y el profundo deseo de
pedir perdón y ser escuchado allá donde pueda ser oído y perdonado.
La vida es una maravilla. No la desperdicie en bagatelas,
aprovéchela en llenarla de valor y contenido con hechos buenos que fortalezcan
su fe y su esperanza en un final feliz, que será eterno.
Lo que ha pasado, pasado está. El pasado jamás regresa.
No desaproveche las ocasiones de repartir AMOR Y AMISTAD para
llegar al final con ilusión y esperanza, que su vida no ha sido en vacío y
menos desperdiciada en cosas sin valor ni contenido.
Llenar la vida en hechos que le produzcan alegría, es más fácil
que hacer el mal, por mucha satisfacción que le pueda causar, o le haya
causado.
Los pecados del pasado se convierten en una losa pesada, que
solo se encuentra alivio en el rezo y en la esperanza de la misericordia
infinita de la Santísima Trinidad.
“¡Trate de hacer y
vivir de acuerdo con sus creencias y valores, fortalezca su fe y su honestidad
que junto con la humildad le van marcando el camino del bien para llegar al
final con un balance positivo que le permitirá morir en paz!”
Piense, medite antes de hacer algo que tenga dudas de si es
bueno o malo. Cuando actúe, hágalo con la conciencia tranquila del que ha hecho
lo mejor que podía por hacer el bien evitando el mal.
“¡No existe la ignorancia cuando se elige entre el bien y el mal!”
El mal siempre tratará de confundirnos para apoderarse de
nuestra alma y salir victorioso a costa de nuestra debilidad.
Le deseo que los recuerdos del pasado no sean esa losa pesada y
aplastante que causa angustia.
No lo dude, haga siempre el bien y vivirá y morirá en paz. Sea
creyente o no.
“¡El bien es el único y mejor recuerdo del pasado!”
“¡¡¡No lo dude, ahora está a tiempo de rectificar, pida perdón y
no vuelva a pecar!!!” Esto me lo repito hasta la saciedad.
El pasado será feliz y morirá en paz.
“¡¡¡La muerte es el precio y el pago a la vida, y morirá según
haya vivido!!!”
Los recuerdos deberían ser de alegría y no pena.
De nosotros depende,
por la libertad, vivir y morir en paz, y los recuerdos serán de felicidad.