“ESPERAR EL SANTO ADVENIMIENTO”
Hay quién se pasa la
vida “esperando el santo advenimiento”
“¡Esperar el santo
advenimiento es estar esperando que llegue lo que no hacemos pero deseamos que
llegue!”
La vida no es un azar,
es todo lo contrario. La vida es hacer de acuerdo a los valores y creencias, y
respetando a los demás.
“¡Somos seres
sociables por necesidad, por naturaleza!”
La sociabilidad es
congénita y necesaria para vivir la realidad y vivir en sociedad.
La vida tiene sentido
y valor cuando la llenamos de valor, sentido y contenido, porque
vivimos los valores que creemos.
La vida es única e
irrepetible.
Benditos y alabados sean
los que dedican su vida a llenarla de valor y contenido con hechos que llenan
la vida propia y la de los demás de valor y contenido.
“¡Somos seres
racionales y sociales, y, por lo tanto, necesitamos el concurso propio y ajeno
para que nuestra vida tenga valor y contenido!”
“¡Mirar al cielo
esperando que llegue el santo advenimiento es perder la vida sin sentido ni
conocimiento!”
“¡Todos somos
imprescindibles y necesarios para que compartiendo la vida, la llenemos de
valor y contenido, y vivamos la felicidad y la libertad como cosa natural!”
“¡Vivir sin hacer, y
esperar, es dormir en el santo advenimiento!”
“¡¡La vida es algo
maravilloso que se nos ha sido dado para que sirva para propios y ajenos, si no
es así la vida no tiene sentido ni valor, y menos contenido!!”
“¡No hacer nada de
valor y contenido es vivir la vida sin valor, sin sentido y sin contenido!”
“¡El amor, vivir el
amor es la forma de darle valor y contenido a la vida, y no esperar el santo
advenimiento!”
Amar es querer a
otros, y si es con pasión, compasión y perdón, entonces caminamos por el
maravilloso sendero de la santidad.
Todos hemos sido
llamados a amar con pasión, para que con ello sirvamos y ayudemos a los demás,
que es lo que incremente la felicidad y el valor y el sentido de la vida, y caminemos
por el sendero de la santidad, camino de la eterna gloria celestial.
Benditos y alabados
sean los honestos y participativos que dedican parte de su vida a ayudar a los
demás, enriqueciéndose con los dones de la solidaridad, y poniéndonos en el
camino certero de la santidad.
Esperar el santo
advenimiento es soñar despierto en algo que nunca llegará. Es navegar por los
mares de la desilusión, de la ignorancia y del vacío que produce el egoísmo por
falta de amor y solidaridad y falta de realidad.
“¡El amor lo llena
todo, no deja vacíos ni egoísmos, es darse a los demás, y sentir la plena
felicidad!”
Benito y alabado sea
el honesto y participativo que su amor lo comparte con los demás, llenando su
vida de valor, sentido y contenido, y vivirá la felicidad terrenal, pero sobre
todo la gloria celestial.
Hacer, compartir y
ayudar llena la vida de contenido y valor.
El santo advenimiento
es una ilusión que no existe y perturba la realidad.
“¡¡¡El santo
advenimiento es un sueño y no la realidad!!!”
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