“¡¡¡A DÓNDE VAMOS!!!”
“¡¡¡A dónde vamos!!!”
El mundo se está
convulsionando. La convulsiona es en lo físico y en lo espiritual. ¿Qué debemos
hacer? Lo primero rezar, y luego actuar.
No podemos ser espectadores
en la realidad que vivimos. “¡Tenemos que participar con nuestros rezos,
palabras y hechos!”
No podemos, ni debemos, ver
pasar la vida y los acontecimientos, sean adversos o favorables, y no
participar. Esa es nuestra gran responsabilidad.
“¡La conciencia, la fe, y el
amor nos deben mover y forzar a actuar!”
“¡Ya no podemos seguir siendo
espectadores de nuestra propia historia!” Si no, la historia nos juzgará.
No podemos ver pasar la vida
y los acontecimientos propios y ajenos como si fueran de alguien a quién no
conocemos.
“¡La historia del momento la
tenemos que vivir en toda su realidad!”
A quien se esconda para no
ver su realidad ¿qué creen que le debemos hacer y aconsejar?
No somos jueces de los demás.
Solo somos un vecino más, un ciudadano más, pero ya somos ciudadanos del mundo.
“¡El Planeta Tierra ya es pueblo y es la casa de
todos!”
Lo que sucede en las
antípodas nos debe afectar como si sucediera a nuestro alrededor.
La solidaridad tiene que ser
el comportamiento instantáneo, de cada segundo, de cada día, y de cada uno de
nosotros.
El Planeta Tierra es nuestro hábitat
natural, y lo estamos maltratando.
Ya hemos llevado a nuestro
hábitat natural a un punto de no retorno, pero ya no solo en lo físico, en lo
ambiental, en lo terrenal: lo estamos llevando a la catástrofe general.
¿Qué ha hecho y está haciendo
para cambiar su comportamiento antisocial, antifamiliar, y antiuniversal?
¿Aparcó su coche para no
contaminar?
¿Ya no tira basuras
contaminantes, sino que las recicla?
¿Ya vive preocupado, cada
instante de su vida, por no dañar el hábitat natural?
¿Ya es un ciudadano
universal?
¿Cuántas preguntas más hay
que hacerse para cambiar y detener el punto de retorno?
¿Para qué seguirle repitiendo
lo que usted ya sabe?
“¡Ahora comportémonos como lo
ciudadanos del mundo, que lo demás vendrá por añadidura!”
Y su vida cambiará.
“¡Dormirá con la conciencia
tranquila, aumentará su felicidad y libertad, y todos les quedaremos
eternamente agradecidos!”
“¡¡¡El Planeta Tierra es nuestro hábitat natural!!!”
Lo que le suceda a nuestro
hábitat natural ya nos está afectando.
Confío en usted, que dará el
ejemplo que todos necesitamos y debemos dar.
Sea bienvenido al Paraíso
Terrenal.
No salga del Paraíso
Terrenal, porque usted es un vecino y ciudadano más.
Sea bienvenido al Paraíso
Terrenal. Claro ¡Si quiere estar!
“¡¡¡A donde vamos!!!”
Usted me lo dirá, y si no,
seguro nos volveremos a encontrar.
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