"¿SOMOS CAPACES DE SER LIBRES?"
¿Somos capaces de ser libres? Me hago esta pregunta porque
las ideas no coinciden con los hechos. ¿Lo somos?
Hemos recorrido un largo camino para tener la posibilidad de ser
libres, pero nos estamos comportando como verdaderos esclavos. ¿Por qué? ¿Qué
es lo que origina este comportamiento incomprensible de actuar como esclavos en
vez de como seres libres?
La libertad es el don y el privilegio de los sabios, de los
buenos y honestos, y de los santos.
La honesta participación en la unión nos lleva a la plena
libertad, si somos consecuentes con esas creencias y vivencias.
Hemos nacido para ser libres.
El ser humano es el único ser de la creación capaz de ser libre.
Los demás seres vivientes están sometidos a unas reglas
inexorables e incontrolables que rigen y dirigen sus vidas y su muerte. Son
seres irracionales.
La importancia del ser humano es tan grande que Padre Dios nos
hizo sus hijos, por su infinita misericordia y bondad.
La vida humana es de un valor incalculable, irrepetible porque
tiene un destino infinito. Tengo fe: creo en un cielo con un Padre Dios
pleno de benevolencia, de plena santidad y eterna misericordia.
¿Somos capaces de ser libres? Sí, lo somos.
¿Podemos ser libres? Claro que sí. Pero ¿somos realmente libres?
Podría seguir haciéndome preguntas y todas me llevarían a una
sola respuesta: sí, podemos ser libres. Pero ¿lo somos?
“¡Si no somos libres es porque no somos honestos con nosotros
mismos y con los demás!”
Sigo creyendo que después de Padre Dios la libertad es el logro
y la vivencia de mayor valor, de mayor esperanza, alegría y responsabilidad que
podemos tener.
Para ser libres tenemos que tener una honestidad acrisolada y
vivirla cada segundo de la vida.
La libertad es un logro, no es un regalo: es algo por lo que hay
que luchar, conquistar y conservar con honestidad.
Insisto: “la honesta participación en la unión es la solución”.
Es, además, el modo y el medio de conseguir la libertad.
La liberta nos redime si somos tan honestos que pedimos perdón
con humildad; entonces alcanzaremos la gloria de la plena libertad, que nos
lleva a la plena santidad para llegar al cielo: allí tienen su morada la
libertad y la santidad inagotables en la eterna contemplación de Padre Dios.
¿Somos capaces de ser libres? ¿Lo somos?
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