“EL SEGUNDO QUE VIVIMOS ES LO CIERTO QUE TENEMOS”
La vida es una continuidad de segundos
vividos, que nos sirven o no nos sirven de acuerdo a los valores morales,
éticos o religiosos que nos dirigen y ordenan nuestro comportamiento.
La vida es la maravilla que nos han regalado –en
mi caso, como creyente regalo de Padre Dios– por medio de nuestros padres.
Cada segundo de la vida –que es lo real del
momento y lo cierto que tenemos en ese momento- es invalorable y tiene muchas
formas de aprovecharlo o de perderlo.
Hay que aprovechar cada segundo de la vida en
algo que nos llene y sea por lo que estamos dispuestos a dar nuestra vida, pues
lo contrario es perder ese segundo y muchos más, y sin posibilidad de recuperarlo
porque el tiempo fluye y se escapa.
Segundo vivido, segundo perdido o aprovechado.
De usted, de mi, depende.
Los segundos se pierden en el tiempo y en los
hechos.
Los segundos se ganan en el tiempo y en los
hechos.
De nosotros depende que nuestro honesto
comportamiento sea aprovechado o desaprovechado de acuerdo al contenido que le
demos.
Perder el tiempo es no hacer nada de provecho,
es desaprovechar el tiempo.
No hay que confundir el descanso con perder el
tiempo.
Tampoco confundir el no trabajar, como en el
descanso, con perder el tiempo.
Perder los segundos de la vida -que es lo
cierto que tenemos y vivimos- es perder algo irrecuperable del tiempo presente,
es malgastar la vida, cuando al no llenarla de contenido la dejamos pasar y la convertimos
en vacío.
El segundo que tenemos es lo cierto que
vivimos.
No perdamos el tiempo al dejarlo en vacío.
El vacío es algo no llenado, y el vacío en la
vida es perder la vida.
El segundo que tenemos es lo cierto que
vivimos.
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