“LA AMABILIDAD”
La amabilidad es
uno de los fundamentos principales de la participación, de la convivencia, y de
la felicidad.
“¡La amabilidad
es una consecuencia de la educación recibida y aceptada!”
No se puede
vivir sin procurar la amabilidad en el trato.
La amabilidad no
se improvisa: se tiene por herencia, por la educación recibida y por la firme
convicción de su importancia para generar el bien universal.
“¡La amabilidad
libera las tensiones y mejora las relaciones!”
“¡Sin amabilidad
no es posible vivir y compartir la felicidad y la libertad!”
Roguemos por la
amabilidad -humana y divina-, y alcanzaremos la felicidad y la libertad. Querer
es poder, y poder es querer al ser humano, y para ello la amabilidad es
absolutamente necesaria.
“¡La persona
amable tiene el reconociendo familiar, social y universal!”
La falta de
amabilidad genera el rechazo, que debe ser contenido para no faltar a la
educación.
Sin educación es
muy fácil ser tosco y grosero, y actuar brusca y violentamente.
“¡Dichoso quien
se esfuerza por ser amable y, con el tiempo, se convierte en el paradigma de la
amabilidad!”
“¡Dichosos
aquellos cuya honesta participación y educación les hacen ser, y son, educados
y amables!”
“¡La amabilidad
es el fundamento de la fraternidad, la educación, la felicidad y de la
libertad!”
¿Lo cree usted?
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