“LA BONDAD ES UNA PUERTA A LA GLORIA TERRENAL”

 

“LA BONDAD ES UNA PUERTA A LA GLORIA TERRENAL”

La bondad es una puerta abierta a la feliz y la gloria terrenal, porque quien reparte bondad, llena los corazones de ilusión, de felicidad y de amor.

La bondad lo inunda todo, desde lo más superficial a lo más hondo del corazón y del alma.

Repartir bondad es dar lo de más valor que todos necesitamos para vivir con felicidad. Al compartir esa bondad con prodigalidad, se eleva el espíritu a ese estado de plena felicidad.

Con la bondad se llega a la cumbre de la felicidad que es la santidad.

¡Qué fácil es repartir felicidad al repartir bondad! Solo se necesita querer hacerlo.

La bondad lo inficiona todo, da ese loor del bien que llena los corazones de esperanza e ilusión. Mueve a imitar a quien reparte bondad, para sentirnos también buenos y para hacer el bien.

La bondad llena los corazones de amor a los demás.

La bondad es una puerta a la feliz eternidad, porque sin bondad no creo que exista camino que nos lleve a la feliz eternidad.

Benditos, alabados e imitados sean los bondadosos, de ellos es el reino de la felicidad y el camino de la santidad.

La bondad es una puerta a la felicidad eterna y a la terrenal, pues si somos tan bondadosos que dedicamos nuestra vida a los demás, sin pedir nada a cambio, también recibiremos lo de más valor: el puro amor.

La bondad es una puerta y un camino para amarnos con generosidad, y para unirnos en una profunda hermandad.