“¡ALGUNOS ERRORES DE LOS HEROICOS!”
“¡Ay de aquel que por
hacer un acto heroico –que nadie lo discute y pone en duda– se cree superior a
los demás despreciando o no atendiendo las aportaciones de otros, porque no han
sido hechas por él o por ellos!”
Ese es el camino de la
incomunicación. Lo que hacen no tiene
trascendencia, sólo se queda en información.
Quién actúa de esa
forma despreciativa o paternalista, no
comprometida, o temerosa del qué dirán, ya que sus actos de momento, no hacen
historia. No se heredan ni se transmiten.
Son noticias del momento,
pero sin continuidad.
¡Qué pena! Porque son
actos dignos del mayor encomio y alabanza. Se desperdician esfuerzos, dinero y
saber, y dejan de ser lo que debían ser: actos que ayudan a la humanidad,
pudiendo, incluso, despertar a los pasotas y hacer
reaccionar a los individualistas.
Necesitamos personas
con valores que sean referentes, y muchos de los que hacen actos heroicos los
son, pero si no actúan con humildad, pasa al anonimato, no crean escuela, y
algunas veces si sabemos algo de lo que hacen es por ellos nos lo dicen, no
trasciende.
Son noticias, pero no noticiables. Ellos las crean y ellos las informan. Ser humilde y heroico es difícil. Hay que tener
una gran inteligencia y sobre todo humildad, cargada de valores éticos o
religiosos.
Hay que tener una
educación heredada y profunda. Además, no basta con tener valores hay que
practicarlos, llevarlos constantemente a la práctica, y de forma innata, de
forma espontánea y natural.
Cuando existe esa
educación, la solidaridad y la humildad surgen espontáneamente. Pero si no se
tienen; entonces se teme decir algo que pueda hacerle quedar mal, que le
comprometa, por lo que se le puedan criticar. No tienen la valentía y
honestidad de manifestarse honesta y sencillamente.
Debe de ser muy triste
y frustrante ser héroe y no poder manifestarse con el corazón en la mano, -que
es cuando se convence a los demás-, sino la mente calculadora habla pensando en
el “qué dirán”.
Es difícil ser heroico
sin valores, sin educación, sin humildad y sin la honestidad de reconocer el
valor de otros; ellos sólo saben reconocer su valor o el de los suyos, pero
nunca el del otro, y por eso no suelen ser noticia.
Sólo los grandes son
humildes, y es una pena que no lo sean todos los heroicos, cuando se necesita
modelos, y en quienes mirarse.
Es difícil transmitir
la heroicidad sin humildad, sin valores y sin educación, y menos reconocer el
trabajo y valor de otros.
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