“¿QUÉ DEBO RECORDAR?”
Soy creyente
católico y como tal debo ser consecuente con mis creencias y mandamientos.
También tienen que serlo los no creyentes con los suyos.
Todos, creyentes o
no, tenemos que ser honestos.
Describiré algunos temas con los
que no estoy de acuerdo y otros con los que sí lo estoy.
No estoy de acuerdo
con el aborto, aunque tengo presente la presunción de inocencia de las madres
que abortan. Supongo que muchas mujeres no tienen la claridad necesaria para
saber lo que van a hacer, ni conocen los traumas que les van a quedar para el
resto de su vida.
Está claro que no
iré nunca con quien apoye el aborto.
Estoy totalmente en contra de
quien ataca la casi sagrada libertad.
La libertad es
para ser libres, no para dañar a un tercero o a uno mismo.
Sin la libertad no
creo que haya plena felicidad.
No estoy de acuerdo en
llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo género. Respeto esa
unión, por su puesto, pero no me obliguen a llamarla matrimonio; porque para mi
matrimonio es la unión sacramental de una mujer y un hombre para vivir juntos,
procrear y crear una familia para la mutua felicidad.
No puedo ir con quien
fomente el odio, el rencor, y esté constantemente revolviendo en los males
pasados, no para tenerlos como referencia y para no volver a cometerlos, sino
para instrumentarlos y dividir.
No puedo ir con
los mentirosos, y menos cuando las mentiras afectan a muchas personas.
No a la ley de la eutanasia.
Que nadie financie
cualquier iniciativa que ofenda los sentimientos religiosos.
Y ahora, las cosas con las que
estoy de acuerdo: Con la virtud de la castidad, que es una obligación para
nosotros los católicos. Con la honestidad, que tiene que ser la consecuencia y
el resultado de mis actos. No puedo ir con los corruptos, como tampoco con los
que los protegen.
Estoy de acuerdo con las listas abiertas.
Con la protección de la familia.
Con la libertad de educación. Que los padres puedan elegir la
preparación y educación que quieren para sus hijos, y ellos eduquen en sus
casas.
Con que los seres humanos no seamos sujetos pasivos.
En resumen, porque
hay más cosas: espero, deseo y creo que necesitamos que predomine en la sociedad
y en sus decisiones el sentido común con valores éticos o religiosos.
Tenemos que rezar
todos, creyentes como no, para que la convivencia y los hechos que realicemos
en estos próximos días fortalezcan la confianza del pueblo, el pueblo coopere
con su participación y juntos hagamos una nación próspera y feliz, que tanto
necesitamos.
De nosotros
depende.
“¡¡¡La
participación es la solución!!!”
Muy de acuerdo
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