domingo, 11 de diciembre de 2022

“¡CONVERTIR LA EXAGERACIÓN EN MENTIRA!”

 

“¡CONVERTIR LA EXAGERACIÓN EN MENTIRA!”

Tengo una mala experiencia que me sigue pesando, y no sé cómo quitármela de encima. Aparte de que puede crear una falsa realidad.

Los últimos meses de mi maravillosa época de concejal se me hicieron largos, y diría que con algo de angustia. Había caído en un agotamiento profundo, y necesitaba no sólo descanso sino también un tratamiento que duró 3 años.

Por este agotamiento y el temor a que me rechazasen la dimisión, le pedí a un gran amigo psiquiatra me hiciese un certificado de estar gravemente enfermo. Y el certificado que me hizo era contundente: que estaba al borde de la locura o algo parecido.

Claro, con ese diagnóstico, la dimisión era irrefutable. Lo grande fue que no hubiera necesitado el certificado. “Como nunca es necesario mentir”. Y menos mentir por exagerar. Pero el certificado existe, pudiendo dar una idea que no era real ni verdad.

Me he arrepentido millones de veces de haber cometido esa mentira, y sin necesidad. Creo que el agotamiento me había afectado más de lo que yo creía, porque no acostumbro a mentir.

Esto lo expongo por dos razones: intentar explicar el contenido de ese mentiroso certificado, y tratar de apaciguar mi conciencia, buscando la forma de enmendar lo mal hecho, pidiendo perdón por haber hecho mentir a otro y yo confirmarlo. Que sirva de ejemplo y como aclaración a la verdad.

Aprendí que nunca hay razón para mentir, por muchas disculpas que encontremos o tratemos de encontrar.

Esta es mi honesta declaración para pedir perdón y corregir el error que llevará a una irrealidad el contenido del citado certificado exagerado-mentiroso.

Tuve un largo proceso de agotamiento profundo de más de 3 años, pero nada de locura. Estaba en mi sano juicio, en el cual he intentado permanecer y he rezado para que siga hasta ahora.


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