“¡CONVERTIR LA EXAGERACIÓN EN MENTIRA!”
Tengo una mala experiencia que me sigue pesando, y no sé cómo quitármela de encima. Aparte de que puede crear una falsa realidad.
Los últimos meses de mi maravillosa época
de concejal se me hicieron largos, y diría que con algo de angustia. Había
caído en un agotamiento profundo, y necesitaba no sólo descanso sino también un
tratamiento que duró 3 años.
Por este agotamiento y el temor a que me
rechazasen la dimisión, le pedí a un gran amigo psiquiatra me hiciese un
certificado de estar gravemente enfermo. Y el certificado que me hizo era
contundente: que estaba al borde de la locura o algo parecido.
Claro, con ese diagnóstico, la dimisión
era irrefutable. Lo grande fue que no hubiera necesitado el certificado. “Como
nunca es necesario mentir”. Y menos mentir por exagerar. Pero el certificado
existe, pudiendo dar una idea que no era real ni verdad.
Me he arrepentido millones de veces de
haber cometido esa mentira, y sin necesidad. Creo que el agotamiento me había
afectado más de lo que yo creía, porque no acostumbro a mentir.
Esto lo expongo por dos razones: intentar
explicar el contenido de ese mentiroso certificado, y tratar de apaciguar mi
conciencia, buscando la forma de enmendar lo mal hecho, pidiendo perdón por
haber hecho mentir a otro y yo confirmarlo. Que sirva de ejemplo y como
aclaración a la verdad.
Aprendí que nunca hay razón para mentir,
por muchas disculpas que encontremos o tratemos de encontrar.
Esta es mi honesta declaración para pedir
perdón y corregir el error que llevará a una irrealidad el contenido del citado
certificado exagerado-mentiroso.
Tuve un largo proceso de agotamiento
profundo de más de 3 años, pero nada de locura. Estaba en mi sano juicio, en el
cual he intentado permanecer y he rezado para que siga hasta ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.