“LA RESPONSABILIDAD DEL MOMENTO”
Ante la
responsabilidad del momento se pueden adoptar tres posturas: la
despreocupación, la aceptación y, por último, el rechazo.
La
despreocupación y el pasar de la responsabilidad del momento, o el no enterarse
de la propia responsabilidad con el momento presente, es signo de falta de
valores, de mala educación, y puede que de egoísmo: “ahí me las den todas”
porque, por ejemplo, no me afecta al bolsillo.
La aceptación
de la responsabilidad del momento es un signo evidente de los valores que se
tienen, como la honestidad, y de ser consecuente con ellos. Es, además, una
señal de valentía.
El rechazo de
la responsabilidad del momento es un signo claro y evidente de cobardía.
Probablemente de cobardía y de maldad.
Todos hemos
nacido para ser responsables. Es una de las circunstancias grandiosas que se
nos presentan para crecer o disminuir en valores.
“Los valores
deben dirigir el comportamiento de cada día”
El valiente
siempre está dispuesto a enfrentarse con su realidad.
El cobarde
siempre está dispuesto a evitar, a tratar de esconderse, de huir de su
responsabilidad.
El pasota es
una lacra de la sociedad, que tiene de todo: cobardía, falta de valores, de
responsabilidad...
El
comportamiento es una consecuencia de la educación recibida y aceptada en
valore éticos, morales o y religiosos.
La aceptación
de la realidad y sus consecuencias es propia de las personas valientes,
honestas y consecuentes.
Hay quien
presume de valentía cuando se siente protegido, pero desde que lo dejan se
arrastra cobardemente, lo que le debe producir un rechazo a sí mismo, si le
queda algo de valentía.
Los cobardes
son un peligro, para ellos mismos y para la sociedad.
Los valientes
son dignos de admiración, protección y felicitación. De los valientes nacen y
crecen los valores necesarios para la felicidad y la libertad. Ellos son el
cimiento del progreso de los pueblos.
La valentía en
grado sumo es la que tiene quien está dispuesto a dar la vida por sus valores y
creencias. Los mártires – vivos o muertos – son los campeones de la valentía.
La
responsabilidad del momento es de cada uno y de cada momento.
Todos los actos
de la vida tienen responsabilidad, y de acuerdo a la manera de la aceptación de
ese momento, definen si somos, cobardes, pasotas o valientes.
“¡La
responsabilidad del momento nos define cada momento!”
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