“LAS DICTADURAS DESDE EL PODER”
"¡Las dictaduras todas
son malas y duras!"
Duras por la dureza de los
golpes que reparten a diestra y siniestra. Y malas porque son esclavas del mal.
"¡Las dictaduras siempre
duran!" ¿Por qué? No lo sé.
"¡Todo lo que sea restar
la libertad, es un enemigo personal, familiar, social, nacional y
mundial!"
Las dictaduras las hay de
todos los colores.
En los últimos cien años ha
habido dictaduras de todos los colores. ¡Qué recuerdo tan espantoso! Espero que
no lo olvidemos, como tampoco lo desconozcan o lo olviden los que no han vivido
una dictadura.
"¡La libertad es un don
divino que nos permite elegir el bien o el mal!" Sea uno creyente o no lo
sea. Está en nuestra naturaleza con la inteligencia y la voluntad.
Hay quien alega, propaga,
propone, arreglar problemas imponiendo su voluntad, su criterio o su idea
política o económica, sin el necesario consenso y la moderación que aportan
otros pareceres. Y se impone incluso por odio, por envidia, por rencor: eso es
dictadura.
"¡Todas las
imposiciones, contra la voluntad honesta y participativa, como contra la
libertad, son dictaduras puras y duras!"
Atacar, verbal, física o
mentalmente, para imponer la propia voluntad es, y será, opresión de la gente,
dictadura real.
Las dictaduras, procedentes
de quienes tienen la autoridad, tienen un proceso que puede comenzar apoyándose
en un problema social real, y encuentran apoyo en los pusilánimes del partido
político, o en la débil voluntad de un pueblo atormentado o muy necesitado de
los bienes básicos para vivir, o bien la débil voluntad de un pueblo mal
educado, que ha bajado los brazos, que es pasota.
Ese pasotismo busca la
solución a su tormento, pero entra en otro peor.
Es asombroso oír a políticos,
en activo y con autoridad, amenazar con imponer su voluntad con un
enfrentamiento, incluso bélico.
Países, donde se puedan dar
esas amenazas, si no cambian de gobierno, terminarán siendo arrasados por los
que tienen autoridad. Y sometidos a su dictadura, que se sabe cuándo comienza,
pero no cuándo acabará.
Las dictaduras las hay duras
y blandas. Pero son y seguirán siendo dictaduras.
"¡Dios nos libre de una
dictadura!"
Es asombroso que aún en esta
época de progresos y libertad, y con la técnica -que nos comunica al instante-
haya dictaduras y de las duras.
"¡Todo lo que vaya
contra la libertad, es dictadura, blanda o dura, dictadura al final!"
"¡La libertad es donde
se desarrolla la felicidad personal, familiar, social, el progreso de la nación
y del mundo!"
No nos dejemos engañar por
embaucadores, de labia fácil y hasta elocuente, que tratan de imponer su
dictadura, con artimañas, falsedades, aprovechándose del propio mal que crean,
para imponerla.
"¡Todas las dictaduras
son malas per se!"
"¡Todo lo que reste o
quite la libertad es dictadura, blanda o dura!"
No nos dejemos engañar.
"¡Las dictaduras son la
vivencia del mal, de arriba para abajo, impuesto y obligado, que nos quitan la
libertad y la felicidad!"
"¡No hay felicidad sin
libertad!" "¡Ni libertad sin felicidad!"
"¡Las dictaduras todas
son malas, porque quitan la libertad y oprimen a la población!"
"¡Contra las dictaduras
está la fe, la honestidad, la humildad, el amor, el honor, y el servicio a los
demás!"
"¡La libertad es un bien
divino, que nos permite vivir feliz y en libertad!"
"¡Los poderes
perversos son la mayor, y más peligrosa, dictadura, porque pueden actuar a
nivel universal!"
Hay que recordar siempre que
los poderes perversos son aquellos cuya meta es ganar dinero y poder a costa de
lo que sea, y la forma más rápida es la dictadura desde el poder.
"¡Las dictaduras en el
poder acallan y aplastan las protestas, y nos hunden en el mal!"
"¡Sin libertad no hay
felicidad!"
Las dictaduras en el poder
arrastran al pueblo a una miseria moral y material de muy difícil solución.
"¡Sin libertad no hay
felicidad!”
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