“LA ROBOTIZACIÓN”
La robotización es el uso de los
robots en sustitución de la mano de obra, en tareas de producción, un proceso
que era manual y personal en gran parte.
La técnica es la gran ayuda a la
humanidad, y al progreso.
Pero el mal uso o abuso de lo bueno
puede llegar a convertir lo bueno en malo.
La robotización es un logro para
sustituir arduas labores de las
personas, o que tienen algún peligro, por el robot que no tiene alma ni corazón.
Creo que la robotización también
puede llegar a crear un grave problema económico por falta la economía,
producción, gastos, impuestos, que generan las y los trabajadores.
El progreso no va en una sola
dirección.
"¡Lo que va en una sola
dirección, en esta Tierra, termina por llegar al lugar donde partió!"
El progreso económico es cuando se
beneficia la gran mayoría, todos los ciudadanos.
"¡El enriquecimiento personal,
a costa de la pobreza de otros, es un mal que regresa a donde partió y no ayuda
al progreso sino que lo impide!"
Robotizar las empresas, a costa de
puestos de trabajos, es un bumerán empresarial, social, nacional, y que llegará
a tener dimensiones universales.
"¡Todo lo que sea progreso de
la mayoría es un beneficio personal, local, nacional, universal!"
Un gran amigo me dijo que la
robotización le llegaba a producir
angustia.
¿Cuántas personas sienten, tienen, y sufren esa maravillosa
sensibilización humana? De acuerdo al número de personas, tan sensibles al daño
ajeno, así le diré cómo es el progreso o el regreso de la economía personal,
local, nacional y mundial.
Los seres humanos, con valores morales, éticos o religiosos, tienen un fundamento,
tan fuerte y eficaz, que son capaces de cambiar el mundo a un mundo mejor.
Ahora tenemos la gran ocasión.
La pandemia del coronavirus nos
está ofreciendo la gran oportunidad a la humanidad, y no digamos la crisis
económica.
"¡Si volvemos a vivir como vivíamos, le garantizo que, de alguna manera, los
perjuicios y males, tarde o temprano, les llegarán, nos llegarán!"
No lo piense dos veces: si es creyente rece y ofrezca su trabajo y
esfuerzo, y si no lo es haga igualmente pequeños sacrificios para que ese Dios,
que amamos y adoramos, atienda nuestras súplicas y nos remedie el mal.
Claro: lo de siempre. ¿Cuántas
personas rezarán y harán pequeños
sacrificios? Del número dependerá la solución.
Padre Dios nos atiende siempre. Si
pedimos pocos nos resolverá nuestros problemas personales. Si le pedimos
millones por el mismo problema, les garantizo que nos lo solucionará.
"¡La robotización ha llegado,
y, por la utilidad que le demos se
convertirá en riqueza o pobreza!"
De usted, del vecino, del amigo, de
mí depende, y del mundo entero, que la robotización sea una solución.
Ha llegado la hora de elegir el
bien o el mal. Somos libres.
¿A qué espera? Ya me lo dirá, si
usted quiere. Tiene la libertad, y mi más profundo respeto.
"¡Sin olvidar que ahora nos
necesitamos todos!"
"¡La robotización ha llegado,
de nosotros depende el resultado!"
Mis años me han enseñado que: es mejor rezar que contar ovejas para
dormirse.
Aprendí que nunca es tarde si la dicha es buena.
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